Aviones rusos lanzaron este fin de semana un total de 472 ataques contra instalaciones de los grupos yihadistas que actúan en Siria, según informó ayer el Ministerio de Defensa de Rusia. En total, fueron 141 las misiones de combate en las que se lanzaron esos ataques, efectuados sobre las provincias de Alepo, Damasco, Idleb, Latakia, Homs, Raqa (bastión del Estado Islámico, EI) y Deir al Zur.

Las fuentes informaron que, en los últimos cinco días han sido destruidos en Siria más de mil camiones cisterna del autodenominado EI que transportaban crudo, una de las principales fuentes de financiación de este grupo yihadista.

Esta actividad rusa no impidió que la oposición moderada siria reavive sus críticas por los objetivos que, según ellos, elige Moscú. El líder de los moderados (CNFROS), Jaled Joya, afirmó que solo el 6% de los bombardeos van dirigidos contra instalaciones del EI. En una rueda de prensa, Joya aseguró que al menos 2.977 personas han muerto desde el 30 de septiembre por esos ataques aéreos, de las que 550 han sido civiles.

Por su parte, la otra coalición antiyihadista, la liderada por EE UU, destruyó el sábado casi 300 vehículos utilizados por el EI durante un ataque lanzado cerca de las ciudades de Deir al Zor y Hasaka, en el norte del país.

Entre tanto, Reino Unido ha decidido incrementar su presupuesto de Defensa para hacer frente a las nuevas amenazas que representa el yihadismo. El incremento, según adelantaron ayer medios británicos, será de 12.000 millones de libras (17.000 millones de euros). Con este aporte, el gasto de defensa británico llegará a 178.000 millones de libras (249.000 millones de euros) en los próximos diez años. Londres prevé crear dos nuevas brigadas de despliegue rápido, con 5.000 miembros cada una. También adquirirá nueve bombarderos Boeing P-8, equipados con armamento contra embarcaciones y submarinos, así como al menos trece nuevas fragatas.