La Policía francesa teme que haya un segundo terrorista huido, lo que elevaría a nueve el numero de hombres que perpetraron los atentados del viernes en París, que causaron 129 muertos, 117 de ellas ya identificadas. Ese noveno yihadista sería el que completaba el grupo que se desplazó por los distritos 10.º y 11º. de la capital, a bordo de un Seat León, disparando contra las terrazas de bares y restaurantes. Y, al igual que Salah Abdeslam, el hombre más buscado de Europa, estaría vivo y en paradero desconocido.

El tercer integrante de este equipo sería el hermano de Salah, Ibrahim, que se voló por los aires en el bulevar Voltaire.

Otro grupo, compuesto por tres suicidas, atentó en el Estadio de Francia: lo formarían Bilal Hafdi, de 20 años, un individuo aún por identificar y el hombre que llegó a Francia con un pasaporte sirio a nombre de Ahmad al Mohammad. El tercer grupo, el que asaltó la sala de conciertos Bataclan, lo integrarían Samy Amimour, Ismail Omar Mostefai y otra persona sin identificar.

Serían, pues, tres equipos formados cada uno por tres terroristas. La hipótesis de un noveno hombre que maneja la Policía está apoyada en los numerosos testimonios recabados que indican que a bordo del Seat León de color negro iban tres personas.

Pese a estas incógnitas, la investigación "avanza rápidamente", según el Gobierno francés, que ayer halló una vivienda y un hotel que los terroristas usaron como bases hasta el día de la masacre, así como un coche que abandonaron al norte de la ciudad. Las bases son una casa en Bobigny, que alquiló Ibrahim Abdeslam, y dos habitaciones de hotel que reservó por internet su hermano Salah.

De Bobigny salió el comando que atacó el Bataclan. El grupo que atentó en la sala de fiestas utilizó un Volkswagen Polo que había alquilado Salah Abdeslam en Bélgica, donde los dos hermanos vivían, y en el que la empresa propietaria había colocado una baliza para poder ubicarlo, lo que ha permitido remontar la pista de su recorrido.

El segundo refugio son dos habitaciones en el hotel AppartCity, una de las cuales fue usada por al menos dos personas, que dejaron en ella unas jeringuillas y unos tubos que tal vez pudieron servir para preparar los explosivos.

Al dispositivo logístico ya conocido se añadió ayer el hallazgo de un tercer coche, un Renault Clio igualmente alquilado en Bélgica por Salah Abdeslam, que estaba aparcado en el distrito 18º., en el norte de París. La ubicación es relevante, ya que en el extrarradio norte está el Estadio de Francia, y es en ese mismo distrito donde dos conocidos de Abdeslam dicen haberlo recogido en la madrugada del sábado para llevarlo a Bruselas.

De hecho, los tres hombres entraron en Bélgica tras haber sido controlados por unos gendarmes franceses que no los detuvieron porque no estaban fichados.

Algunos medios belgas aseguran que los dos hombres con los que Salah Abdeslam cruzó la frontera franco-belga el sábado por la mañana son Mohamed Amri y Hamza Attou, los dos únicos detenidos durante el fin de semana contra los que se han presentado cargos por terrorismo.

Según el diario "La Dernière Heure", Attou y Amri viajaron desde Molenbeek (Bruselas) hasta París para recoger a Salah Abdeslam y devolverlo a Bélgica. Lo hicieron, pero sus versiones difieren. Amri dice que dejaron a Abdeslam en Molenbeek; Attou afirma que el fugado se apeó en el estadio Rey Balduino, donde ayer iba a disputarse el amistoso Bélgica-España hasta que, a última hora del lunes, fue suspendido por "riesgo de atentado".

Lo mismo que ocurrió anoche en Hannover, donde el consejero de seguridad del estado federado de Baja Sajonia, Boris Pistorius, tomó la decisión de suspender el partido Alemania-Holanda ante lo que el jefe de Policía de la ciudad, Wolker Kluwe, llamó "indicios concretos" de riesgo de un ataque con "explosivos". Como las puertas del estadio solo llevaban 20 minutos abiertas, se tomó la decisión de no dejar entrar a nadie más y evacuar a los aficionados que ya habían entrado. La canciller, Angela Merkel, tenía previsto presenciar el encuentro, pero la suspensión se decidió antes de que ella llegara al estadio.

Al cierre de esta edición, en rueda de prensa, Pistorius afirmó que hasta ese momento no se habían hallado explosivos ni se había detenido a nadie.