La presidenta del Parlamento australiano, la liberal Bronwyn Bishop, presentó ayer su dimisión por gastos irregulares en transporte que le han valido críticas de la oposición desde hace tres semanas.

Bishop reconoció haber gastado unos 3.500 euros en noviembre pasado en un viaje de 80 kilómetros en helicóptero desde Melbourne a un campo de golf donde participó en un acto para recaudar fondos para su partido.

La presidenta de la Cámara ha dimitido pese a que devolvió el dinero con un recargo del 25% y a que la semana pasada pidió disculpas por un gasto que calificó de "ridículo".

La dimisión se produjo un día después de que Bishop declinara hacer declaraciones sobre otro supuesto gasto de unos 4.000 euros en un vuelo de 160 kilómetros en 2014. El departamento de Finanzas ha abierto una investigación sobre los gastos de Bishop en aviones fletados en la última década.