El Gobierno y los partidos dejaron ayer claro que España no es Grecia y que no se puede extrapolar la victoria de Syriza, a cuyo líder, Alexis Tsipras, pidieron que se comprometa con el proyecto de integración europea.

El presidente Mariano Rajoy envió un telegrama de felicitación a Tsipras en el que señala que espera que de las elecciones de Grecia "resulte la formación de un Gobierno estable y comprometido con el proyecto de integración europea". El ministro de Economía, Luis de Guindos, aseguró que en España no habrá un efecto contagio derivado de la victoria de Syriza y subrayó que "aquí se evitó el rescate" y el ciudadano valorará la recuperación.

Ante la pregunta de si hay preocupación por el hecho de que Grecia pudiera no devolver los 26.000 millones de euros aportados por España para el rescate, el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, subrayó que el Gobierno está tranquilo ante el hecho de que funciona la democracia y se cumplen las previsiones constitucionales griegas. El Ejecutivo "asume que cualquier país que forma parte de la UE va a cumplir con sus compromisos con rigor y respeto a sus responsabilidades", añadió.

Tras recordar el vicesecretario general de estudios y programas del PP, Esteban González Pons, que España no necesitó rescate, dijo que los resultados de los comicios griegos son fruto del "desmoronamiento del centro político", que también ocurre en otros países y que debería preocupar a la Unión Europea.

España, dijo Pons , debe "mantener estable el centro político" del que es garante el PP, mientras que otros -PSOE, Izquierda Unida y Podemos- aspiran a ser Syriza. "Nosotros no somos radicales, ni de extrema izquierda, creemos en el euro, en los derechos y estamos más que satisfechos de ser un partido de centro", subrayó.

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, sostuvo también que "España no es Grecia" y que "son unos irresponsables los que tratan de asemejar la situación española con la griega". El líder socialista subrayó que son "realidades bien distintas" y argumentó que es una "irresponsabilidad" obviar eso, porque España "tiene otras alternativas económicas y políticas que ofrecer".

Igualmente, la presidenta de la delegación socialista española en el Parlamento Europeo, Iratxe García, rechazó cualquier extrapolación de los resultados de estas elecciones: "Grecia no es España, el Pasok no es el PSOE y Syriza no es Podemos", aseveró.

Cayo Lara dijo sentir como suya la victoria de Syriza porque el apoyo a esa formación "viene de lejos", y aseguró que Izquierda Unida va a ser una fuerza "decisiva" para derrotar al Partido Popular y formar parte de gobiernos futuros. El secretario general de CiU, Ramón Espadaler, deseó que el nuevo gobierno griego se mantenga y "no fracase", en beneficio de sus ciudadanos y del conjunto de la Unión Europea. En su opinión, la victoria de Syriza hace inevitable el debate sobre la flexibilización de las medidas implementadas hasta ahora en Europa. La portavoz de Ciutadans, Carina Mejías, consideró "preocupante" el aumento de los "extremismos" en Grecia.

El BNG se congratuló del resultado de las elecciones griegas, que considera una "bofetada a la troika" y una "contestación sin paliativos" a las políticas y modelo "fracasado" de la Unión Europea.

Mientras Arnaldo Otegi felicitaba a Syriza, Sortu afirmaba que los contenidos políticos de la formación griega son "muy familiares" para la izquierda aberzale.