La victoria de la izquierdista Syriza en las elecciones legislativas griegas del domingo ha reabierto las viejas líneas de fractura de la UE sobre las políticas de austeridad impuestas por Alemania. Así, mientras Berlín manifestó ayer su confianza en que Atenas se mantenga en la senda de las reformas, París ofreció su apoyo al nuevo Gobierno para negociar planes que permitan una recuperación de la desolada sociedad griega.

El portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, argumentó que Grecia debería continuar en la senda iniciada por el Ejecutivo saliente, con independencia de lo dictado por las urnas. "Grecia ha logrado reformas exitosas en los últimos tiempos. Esperamos que el nuevo Gobierno mantenga este curso reformista", aseguró Seibert.

El Ejecutivo alemán subrayó que su posición con respecto a la necesidad de consolidación fiscal y reformas estructurales en toda Europa no ha sido cambiada por el resultado de los comicios griegos. Por su parte, el Ministerio de Finanzas germano concedió que es "una opción" real que se prolonguen los plazos del rescate, que en principio vence a finales de febrero, para dar tiempo al nuevo Gobierno a consolidarse y negociar, pero que es preciso que Atenas lo solicite y que todos sus socios lo permitan.

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Desde París, el presidente Hollande, que el domingo fue el primer líder europeo en felicitar a los ganadores, llamó ayer por teléfono al nuevo primer ministro griego, Alexis Tsipras, para ofrecerle su respaldo e invitarle a viajar a París lo antes posible. El dirigente socialista aseguró que "Francia estará al lado de Grecia en este periodo importante para su futuro", en referencia a la renegociación del rescate que Tsipras se dispone a iniciar.

El ministro de Finanzas italiano, Pier Carlo Padoan, dijo, por su parte, que las elecciones griegas demuestran que Europa necesita más crecimiento y empleo, y reclamó una solución para la deuda griega que sea "sostenible" y "compatible con los equilibrios existentes". Una solución que debe tener un alcance europeo. "Debemos encontrarla todos juntos", alegó.

En el plano institucional, los países del Eurogrupo, reunidos ayer en Bruselas, se mostraron muy poco dispuestos a una de las principales demandas de Syriza, una quita o incluso una reestructuración de los plazos de vencimiento y de los intereses de la deuda griega. No obstante, felicitaron a Tsipras por su victoria electoral, le desearon "éxito" en su nueva tarea y le ofrecieron "diálogo constructivo" y apoyo para que Grecia siga en la eurozona, aunque le avisaron de que para ello deberá cumplir las reglas. El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, mantuvo una conversación de 15 minutos con el nuevo ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, a quien expresó su voluntad de trabajar con él "lo antes posible". "En general, ha sido un buen principio", dijo Dijsselbloem.