Los principales grupos políticos de la Eurocámara -en particular el PP europeo y los socialistas- han avisado este jueves al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, del riesgo de una "crisis institucional" en la UE si los líderes europeos no nombran al candidato del PP europeo, Jean-Claude Juncker, como sustituto de José Manuel Durao Barroso al frente de la Comisión, tras la victoria de los conservadores en las elecciones europeas.

Juncker cuenta con el respaldo de un gran número de jefes de Estado y de Gobierno, entre ellos el español, Mariano Rajoy. Pero el primer ministro británico, David Cameron, está buscando apoyos para vetarle porque le considera un hombre del "pasado". De momento ha logrado el apoyo de países como Suecia, Holanda o Hungría, que también critican que la Eurocámara pretenda imponer a su candidato, cuando el Tratado dice que son los líderes europeos los que deben proponerlo.

"Si hay fuerzas que critican este procedimiento, estas fuerzas podrían causar una crisis institucional en Europa, y deben ser conscientes del riesgo que corren", ha dicho el presidente del grupo popular europeo, el alemán Manfred Weber, en rueda de prensa tras reunirse con Van Rompuy.

El presidente del Consejo Europeo tenía previsto entrevistarse este jueves con los líderes de todos los grupos políticos, tal y como le han encargado los jefes de Estado y de Gobierno, para escuchar su opinión sobre el futuro presidente de la Comisión.

"En el Parlamento no hay otra mayoría que la mayoría a favor de Jean-Claude Juncker", ha asegurado Weber, que se ha mostrado convencido de que el grupo socialista europeo también le apoyará. A cambio, su candidato, el alemán Martin Schulz, podría ser reelegido como presidente de la Eurocámara para otros dos años y medio, según fuentes parlamentarias.

"Basándome en las declaraciones de los socialdemócratas, no tengo dudas de que apoyan a Jean-Claude Juncker. Cuando se presente una propuesta, queremos que sea equilibrada y somos conscientes de que el PP europeo y los socialistas compartimos responsabilidades a este respecto", ha declarado el líder del PPE. A su juicio, cualquier candidato alternativo sería "menos democrático" que Juncker ya que ignoraría la opinión de los ciudadanos en las elecciones a la Eurocámara.

Al ser preguntado por la oposición de Cameron, Weber ha dicho que "Reino Unido es un Estado miembro entre los Veintiocho y no tiene derecho de veto". "No es correcto que Reino Unido dicte la agenda en toda Europa", ha subrayado. No obstante, ha asegurado que en el PPE "estamos muy abiertos a las ideas de Londres" y comparten su prioridad por impulsar reformas en la UE.

Los populares europeos han pedido a Van Rompuy que el Consejo Europeo cumpla los plazos previstos y nombre a Juncker en la reunión del 27 de junio, de forma que la Eurocámara pueda ratificarlo en el pleno del 16 de julio.

El grupo socialista apoya a Juncker

Por su parte, el líder de los socialistas en la Eurocámara, Hannes Swoboda, ha insistido tras reunirse con Van Rompuy que "Jean-Claude Juncker, en tanto que candidato del mayor grupo en el Parlamento, debe tener el derecho de ser el primero en buscar una mayoría, proponiendo un programa de trabajo adecuado".

"Es un principio básico de la democracia que la Comisión Europea debe representar el equilibrio del Parlamento Europeo, donde el PPE tiene una ligera ventaja y los socialistas son el segundo mayor grupo", ha indicado Swoboda en un comunicado.

A juicio de los socialistas, "es urgente empezar a trabajar en las prioridades de la UE: una política socio-económica justa, una política migratoria común y la lucha contra la evasión fiscal". "El obstruccionismo y las amenazas no ayudan sino que perjudican", ha avisado Swoboda sin nombrar a Reino Unido.

"Aquellos en el Consejo Europeo que están retrasando, distrayendo y obstaculizando este proceso son el motivo por el que muchos ciudadanos están frustrados con Europa", ha señalado.