Mujeres y aficionados de los grandes clubs de fútbol de Estambul marcaron ayer las marchas de protesta que, por noveno día consecutivo, se enseñorearon de Estambul y de las principales ciudades turcas en protesta contra el Gobierno del islamista Recep Tayyip Erdogan.

La marcha de miles de mujeres sobre la plaza Taksim de Estambul subrayó su papel en la revuelta a través de consignas que mezclaban la reivindicación y el humor: "Corre, Tayyip, que vienen las mujeres" o "Cállate, Tayyip, que ahora hablan las mujeres". O, incluso, alusiones a la petición de Erdogan de que cada mujer tenga al menos tres hijos: "¿De veras quieres que tenga tres hijas y salgan como yo?".

"La gente está enfadada con el primer ministro, pero las mujeres están más enfadadas aún, porque desde hace diez años son el blanco de ataque de todos sus discursos, como cuando quiso prohibir el aborto o por querer imponer un modelo de familia basado en el concepto tradicional de honor", aseguró Asli Goymen, secretaria de redacción de una revista.

Goymen se queja de que el Gobierno no ha hecho nada para atajar el acoso a las mujeres en el espacio laboral. "En la oficina tienes que ir " decente", muy seria. Más vale no reírse en voz alta si quieres que te respeten", se lamenta. En el parque Gezi, origen de la oleada de protestas, todo es diferente, y las chicas pueden vestir, bailar y reír como quieren. "Esto es el inicio de una nueva era", confía Asli Goymen.

Además de la manifestación de las mujeres, ayer se produjo otra de aficionados de los cuatro principales equipos de fútbol de Estambul, Besiktas, Fenerbahçe y Galatasaray, que convocaron marchas conjuntas en el centro de la ciudad para protestar contra las políticas gubernamentales.

Mientras, el gobernador de la provincia de Esmirna anunció la apertura de una investigación sobre la violencia empleada por las fuerzas policiales contra los manifestantes en un intento de aplacar las críticas por un vídeo en el que se ve a un agente arrastrando del pelo a una joven. También hay imágenes de manifestantes apaleados con porras. Tres de los implicados están ya suspendidos de empleo. De igual modo, son objeto de investigación las imágenes de policías de paisano armados con palos y golpeando a los manifestantes.

Por su parte, el gobernador de Estambul, Hüseyin Avni Mutlu, negó que se vaya a ordenar una próxima intervención policial para desalojar la plaza de Taksim, emblema de la protesta, donde los agentes no entran desde hace una semana.

Las palabras del gobernador se difundieron a través de un mensaje de Twitter en el que se descarta la próxima entrada de las fuerzas antidisturbios en la plaza: "Atención: quienes desde ayer difunden que estamos preparando una intervención policial en Taksim y Gezi pueden estar provocando más violencia", escribió Mutlu en la red social, muy seguida por los participantes en la revuelta.