El piloto de un avión de combate Sukhoi, de fabricación rusa, murió hoy tras estrellarse el aparato en un barrio residencial en el sur de Saná, informaron a Efe fuentes policiales, que no pudieron confirmar si se han producido más víctimas.

El avión se incendió en el aire y sus restos cayeron en la calle Jamsin, cerca de dos edificios residenciales, según pudo constatar Efe en el lugar.

El exterior de uno de estos dos edificios se incendió, sin que el fuego alcanzase el interior de las viviendas, por lo que no causó víctimas.

Tras el suceso, decenas de vecinos de la calle se congregaron alrededor del avión y ayudaron a los policías a sacar el cadáver del piloto.

Los agentes tuvieron que disparar al aire para dispersar a los curiosos y despejar el camino para la llegada de las ambulancias al lugar del accidente.

Según sus primeras averiguaciones, la Policía atribuye el suceso a un problema técnico en el depósito de combustible del avión.

El pasado 19 de febrero, al menos doce personas, entre las que había tres mujeres y tres niños, murieron y once resultaron heridas tras estrellarse otro avión militar, a causa de un fallo técnico, en un barrio residencial del centro de Saná.

El deficiente estado de conservación de los aparatos de las Fuerzas Aéreas yemeníes propicia que este tipo de accidentes sea relativamente frecuente en este país, el más pobre del Golfo Pérsico.