El Senado checo pidió ayer la destitución del presidente saliente, Vaclav Klaus, al que acusa de "alta traición" y de un grave incumplimiento de la Constitución, únicos delitos que la Carta Magna del país contempla para destituir a un jefe de Estado.

En sesión extraordinaria a puerta cerrada, 38 senadores votaron a favor mientras que 30 lo hicieron en contra, explicaron fuentes del Senado a la prensa local. La denuncia, presentada por el grupo socialdemócrata a solo tres días de que Klaus concluya su segundo y último mandato, le acusa de alta traición por la amnistía parcial que declaró en enero pasado.

El perdón presidencial puso a 6.500 presos en la calle y fue criticado por amplios sectores de la sociedad checa por paralizar procesos judiciales de gran envergadura económica que duraban varios años.