El primer ministro de Portugal, el socialista José Sócrates, que tomó posesión ayer de su cargo, asumió como "primera prioridad" de su segunda legislatura al frente del Gobierno "el combate contra la crisis".

"El sentimiento dominante hoy es ante de todo de responsabilidad y profundamente republicano. Son tiempos difíciles, tiempos de grandes desafíos, con una crisis profunda que desafía a todos los Estados y también a Portugal", reconoció el primer ministro en su discurso.

Según Sócrates, en el actual contexto se convierte en "importantísimo que Portugal sepa lo que quiere y cuál es su camino".

"Necesitamos un rumbo claro y una estrategia lúcida de modernización de la economía", dijo el líder socialista, que comienza una nueva legislatura en minoría, después de conseguir en las elecciones del 27 de septiembre el 36,5 por ciento de los votos.

El primer ministro insistió en que la primera prioridad será luchar contra la crisis y avanzó que el "objetivo central será el crecimiento económico y la creación de empleo, para lo cual el Estado tendrá un papel determinante a través del apoyo a las inversiones privadas, pero también con la promoción de las inversiones públicas".

El jefe de Gobierno adelantó que apostará por las "energías renovables y por la eficiencia energética", ya que "está en juego" la dependencia que Portugal tiene del petróleo y, además, aumenta su endeudamiento.

Sócrates llamó a la colaboración de todos los sectores del país, "porque Portugal los necesita", y afirmó que su Ejecutivo va a "gobernar para todos los portugueses, con especial atención a aquellos que necesitan de los servicios sociales".

"La toma de posesión de este décimo octavo Gobierno constitucional de Portugal cumple la clara voluntad manifestada por los votos de los portugueses, que tiene una conclusión indiscutible: es un voto de confianza a un Gobierno reformista y a una estrategia de modernización", manifestó el primer ministro.

El líder socialista solicitó a los 230 diputados del Parlamento luso no "perder el tiempo en conversaciones inútiles y centrarse en resolver los problemas nacionales". En el nuevo Gobierno del Partido Socialista luso se producen cambios en diez de las dieciséis carteras, mientras que los titulares de Exteriores, Finanzas, Interior, Presidencia, Salud y Ciencia se mantienen al frente de sus ministerios.

Este Ejecutivo pasará dos pruebas de fuego en los próximos meses: la presentación del programa de Gobierno ante el Parlamento y la de los presupuestos de 2010, cuya fecha límite es el 26 de enero.

En la ceremonia de toma de posesión, el presidente de la República de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, destacó el carácter "minoritario" de este Gobierno, aconsejó que debe seguir la "cultura de la negociación" y advirtió de que, más que reformas, Portugal "necesita de un rumbo de futuro".

Cavaco Silva reconoció que el Ejecutivo de Sócrates se encuentra ante una situación "compleja", pero no "inédita" en la historia democrática del país.

"Ya tuvimos varios gobiernos minoritarios. Yo sé lo que eso significa, por experiencia propia. Sé lo que es gobernar en un gobierno minoritario", señaló el presidente. El jefe del Estado defendió que el país necesita "una política social activa" y subrayó que "los portugueses no comprenderían que los políticos no concentrasen toda su atención en la resolución de los problemas concretos de las personas".