"Estamos condenados a estar juntos, maravillosamente condenados", afirmó Chávez, tras el acto de firma de los documentos, al término de la reunión en el palacio presidencial de Miraflores, en Caracas.

"Hemos constatado el avance y el dinamismo nuevo que le hemos dado a nuestra relación", dijo el presidente venezolano, antes de agregar que no van a permitir que esas relaciones se vean "perturbadas" por ningún evento o circunstancia.

Uribe y Chávez, que hace un año estaban enfrascados en una grave crisis diplomática derivada del conflicto de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), se mostraron en todo momento dispuestos al diálogo, y a resolver los problemas que puedan surgir con "espíritu constructivo" sin "estar ventilando públicamente" las cuestiones, según dijo el gobernante colombiano.

Uribe, al igual que su colega venezolano, destacó los más de 2.000 kilómetros de frontera que comparten sus países al tiempo que subrayaban ambos el destino de "patria común" de sus pueblos y el "afecto" que les une.

En rueda de prensa tras los discursos, el presidente venezolano consideró, en respuesta a una pregunta, que el plan de seguridad implantado por Uribe en su país frente a los grupos guerrilleros "puede marcar una ruta hacia la paz".

"El presidente Uribe ha aportado ideas que pueden marcar una ruta hacia la paz. Difícilmente alguien pueda decir que soy enemigo de las FARC. No soy su aliado ni su protector y tampoco su enemigo.

Pero las FARC deben tomar nota de esto", dijo Chávez, tras escuchar la defensa que hizo Uribe de su política al respecto.

"Venezuela está lista para, a pesar de los pesares, ayudar en ese esfuerzo necesario de búsqueda de la paz, respetando siempre las decisiones soberanas que tome el Gobierno colombiano", dijo el gobernante venezolano.

Chávez, quien actuó en 2007 de mediador en la búsqueda de un acuerdo humanitario en Colombia antes de ser desautorizado por Uribe, lo que generó una fuerte crisis que duró meses, insistió hoy en su apoyo al Gobierno de su colega colombiano, con el que tantas acusaciones y descalificaciones intercambió en el pasado.

En el acto de rúbrica de los acuerdos, Uribe afirmó a su vez que su Gobierno y el de Venezuela lucharán conjuntamente contra la corrupción en los intercambios comerciales entre ambas naciones.

"Vamos a trabajar conjuntamente para que no haya el menor resquicio, el menor intento de corrupción en el comercio exterior entre nuestros países", dijo el presidente colombiano.

Agregó que esa decisión se tomó después de escuchar la "preocupación" que manifestó Chávez durante la reunión de varias horas que mantuvieron hoy ambos presidentes.

"Tenemos un presente y un futuro inseparables, que nos obligan a trabajar por estos pueblos", indicó también el presidente de Colombia, cuyo país tuvo en 2008 con Venezuela un intercambio comercial de 7.400 millones de dólares.

Durante la visita de Uribe, que llegó a Caracas en la tarde de hoy y viaja esta noche a Brasil, se firmaron una carta de intención para la constitución de un fondo binacional, y otra para una línea de crédito destinada a impulsar el comercio.

Se sellaron también un memorando de entendimiento para llevar energía eléctrica de Puerto Iniria (Colombia), a San Fernando de Atabapo (Venezuela), una licencia para que Venezuela importe 10.000 vehículos de Colombia y una carta de intención para estudiar el uso de monedas locales en el intercambio comercial bilateral.

En su intervención tras la firma, Chávez subrayó la importancia de la constitución del fondo binacional estratégico, que ya había sido acordada en Cartagena durante la reunión que ambos presidentes sostuvieron el pasado 24 de enero, dentro del proceso de reactivación de las relaciones que comenzó en julio de 2008.

En el encuentro, se decidió realizar los estudios técnicos de "factibilidad" para implementar cuanto antes ese fondo, que, con un monto que se calcula en unos 200 millones de dólares, está destinado a financiar proyectos en diversas áreas como el transporte, la agricultura y la infraestructura, entre otros.

Además de los planes de cooperación y el ratificado buen entendimiento, Uribe se llevó de su encuentro la promesa de Chávez, que recordó antes de despedirse, de regalarle para su cumpleaños una "bicicleta atómica", fabricada en una planta venezolano-iraní que en el pasado fue también objeto de controversia.