En el momento de la detención, Criaco, al que la Policía buscaba desde hacía once años por presuntos delitos de homicidio, asociación mafiosa y violación de la ley de armas, se encontraba en casa de unos familiares.

Criaco, que fue detenido junto a otras tres personas acusadas de favorecer su huida, pertenece al clan de los "Cordì" de Africo y figura en la lista que elabora el Ministerio del Interior de Italia con el nombre de los treinta fugitivos de la Justicia italiana más peligrosos.

En marzo de 2007 se había emitido una orden internacional de arresto para que este peligroso mafioso pudiera ser detenido fuera de las fronteras italianas.

"Es un sicario del que los mafiosos arrepentidos decían que se lavaba las manos con la sangre de sus propias víctimas", asegura el fiscal general Antimafia de Italia, Pietro Grasso, en unas declaraciones que recogen hoy los medios locales.

Grasso alaba el papel de la Policía italiana en la detención de este mafioso, cuyos agentes, dice, han tenido que descuidar a sus familias en las fiestas navideñas para llevar a cabo el arresto.