En un comunicado emitido este fin de semana, la Unión Europea se ha declarado dispuesta a contribuir a un paquete financiero a medio plazo "coordinado con el Fondo Monetario Internacional" a fin de "calmar las tensiones aparecidas recientemente sobre los mercados financieros" de la república báltica.

En su comunicado conjunto, la Comisión Europea y la presidencia de turno francesa de la UE ponen como condición a las autoridades letonas que "se comprometan firmemente a poner en marcha un programa de ajuste riguroso y creíble, con el fin de reforzar la sostenibilidad y solidez de la balanza de pagos".

Como resultado de la crisis mundial, Letonia ha pasado de ser uno de los países europeos con mayores tasas de crecimiento a registrar una contracción brutal de su economía (-4,3%) en el tercer trimestre de este año.

Hace quince días, el gobierno letón se vio obligado a nacionalizar el segundo mayor banco del país, Parex Banka, para evitar su bancarrota.

La Unión Europea puede conceder ayuda a la balanza de pagos de los estados miembros en dificultades, aunque no formen parte de la moneda única.

La divisa letona, el lats, sí pertenece al mecanismo europeo de cambios, considerado la antesala del euro, desde mayo de 2005, donde fluctúa dentro de una banda del 1% en torno al cambio pivote.

Hasta el momento, las autoridades han negado que tengan la intención de devaluar el lats.

Letonia no es el primer estado de la UE que solicita ayuda financiera exterior, al FMI y a la propia Unión.

El pasado 4 de noviembre los ministros europeos de Economía y Finanzas aprobaron la concesión de un préstamo de 6.500 millones de euros a Hungría para ayudarle a superar la crisis financiera.

La ayuda europea se sumó a otros dos créditos facilitados por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, de 12.500 y 1.000 millones de euros, respectivamente.