Cuatro de los ocupantes del barco aparecieron muertos en la costa y tres personas llegaron, posiblemente a nado, a la isla de Sibuyan, distante unos tres kilómetros del lugar donde zozobró el buque, 300 kilómetros al sur de la capital.

El portavoz explicó que estudian el oleaje para determinar hacia donde puede haber llevado la marea a los desaparecidos del transbordador "Princess of Stars", en el que viajaban 747 personas.

Nanette Tansingco, alcaldesa de la ciudad de San Fernando en la provincia de Romblon, confirmó a primera hora de la mañana el hallazgo de cuatro cadáveres procedentes del ferry de 24 toneladas.

Con estas muertes, ya son al menos ochenta las personas que han perdido la vida en las riadas causadas por el tifón en el centro y sur de Filipinas.

La zona más afectada es la provincia de Iloilo, 500 kilómetros al sur de la capital, y cuyo gobernador, Neil Tupaz, comunicó al menos 59 fallecidos en las inundaciones provocadas por la tormenta.

"Es el peor desastre que hemos tenido jamás en nuestra historia", declaró Tupaz a una emisora de radio local.

Hace 24 horas, otras 17 personas perdieron la vida en la isla de Mindanao (unos 800 kilómetros al sur de Manila), donde en la provincia de Maguindanao las riadas y aludes causaron 14 muertos y cinco desaparecidos, y en la vecina provincia de Cotabato otros tres fallecidos.

Con vientos sostenidos de 120 kilómetros por hora y rachas de hasta 150, la tormenta cambió de trayectoria de madrugada y se aproximó a la capital, donde arrancó árboles y causó cortes en el suministro eléctrico en amplias áreas de la zona metropolitana.

El "Fengshen", cuyo nombre local es Frank, también obligó a desalojar a unas 200.000 personas en la región de Bicol en la punta sureste de Luzón, aunque la mayoría regresó esta mañana a sus hogares después de que el tifón modificara su dirección.

Las Fuerzas Armadas han comenzado a hacer acopio de arroz y otro material de emergencia, y los hospitales se encuentran en estado de máxima alerta, aunque la presidenta, Gloria Macapagal Arroyo, sigue adelante con un viaje previsto a Estados Unidos.

Las riadas y corrimientos de tierras durante la temporada de lluvias dejan cada año decenas de muertos en Filipinas.

En el 2006, cuatro tormentas de inusual intensidad anegaron varias zonas de Luzón y provocaron riadas que causaron más de 1.300 muertos, casi tres millones de afectados y medio millón de casas destruidas.