"No estamos en una hecatombe, no hay crisis europea, no hay sensación de colapso de las instituciones y del alma europea", declaró Moratinos en rueda de prensa, tras participar en un debate con sus colegas de la UE sobre las consecuencias del referéndum irlandés.

Añadió que "la Unión Europea está muy viva y muy activa, buscando soluciones eficaces que den respuesta a los problemas e inquietudes de los ciudadanos: ésta es la mejor señal que podemos dar en estos momentos".

Según el jefe de la diplomacia española, todos los representantes de los países que aún no han ratificado el nuevo Tratado se pronunciaron hoy a favor de completar sus respectivos procesos parlamentarios de ratificación.

Moratinos no pudo precisar si ése había sido también el mensaje del ministro checo Karel Schwarzenberg, pues éste tenía previsto hablar después de que el representante español hubiera abandonado la sala.

Confirmó, por su parte, que España "mantiene el calendario" de ratificación y que los trámites en las Cortes habrán concluido "antes del Consejo Europeo informal de octubre".

Según su relato, el ministro irlandés de Exteriores, Michael Martin, fue "muy constructivo" en su intervención y pidió a sus colegas "tiempo y espacio político" para poder "construir una plataforma" que permita salir de la situación actual reafirmando el compromiso con Europa.

En opinión de Moratinos, esta actitud y el hecho de que el Gobierno irlandés no haya sugerido a los demás que suspendan las ratificaciones prueban que la situación es "radicalmente diferente a la provocada por el 'no' francés y holandés a la Constitución europea" en 2005.

Tras el debate, los Veintisiete estuvieron de acuerdo en una serie de puntos, que el ministro resumió de esta manera:

"Uno, el Tratado de Lisboa no está muerto; dos, no hay período de reflexión; tres, hace falta expresar respeto y solidaridad con Irlanda; cuatro, los procesos de ratificación continúan, y cinco, los irlandeses nos ayudarán a encontrar la mejor vía para resolver esta cuestión lo más rápidamente posible".

Moratinos no quiso indicar por dónde puede ir la solución, aunque aseguró que "nadie" planteó hoy la posibilidad de revisar el texto del Tratado.

Los irlandeses necesitan tiempo, según el ministro, para ir creando una alternativa "sin presiones".