Sin embargo, los conservadores asumieron esta mañana las posibilidades de que la ley salga adelante a pesar de los entre 30 y 40 laboristas que se prevé se sumen al rechazo de la oposición, a la espera que la decisión de los nueve escaños del Partido Unionista Democrático (DUP, en sus siglas en inglés) que podrían ser claves dado lo ajustado de los márgenes, ya que el Ejecutivo cuenta con una mayoría de 65.

Así, en declaraciones a la BBC, el portavoz de Interior de los 'tories', David Davis, reconoció: "Es improbable que ganemos", y tras apuntar las posibilidades de que finalmente el Ejecutivo "sobreviva a este día", advirtió de que la batalla continuará en la Cámara de los Lores y se mostró convencido de que la apuesta por los 42 días "será derrotada allí".

En este contexto, el Ejecutivo habría definido un compromiso final para evitar que el futuro del Gobierno dependa del sentido de voto de los norirlandeses y que podría pasar por una compensación económica por cada uno de los días por encima de los 28 vigentes que un sospechoso pasase detenido, si finalmente no se presentan cargos contra él, en lo que el secretario de Estado de Seguridad, Tony McNulty, definió como una "perfectamente razonable propuesta".

PROPUESTAS

Al respecto, ha trascendido que la cantidad podría llegar a los 4.000 euros diarios, si bien el Ministerio del Interior rechazó confirmar figuras específicas a la espera de los datos que facilite la comparecencia que su titular, Jacqui Smith, ya ha comenzado en Westminster para defender las previsiones del departamento antes de la crucial consulta, prevista para las 18.00 horas (una más en España) y en la que el Ejecutivo espera contar con hasta el último de los votos favorables.

Para ello, ha reclamado a sus filas que eviten que contingencias incluso de salud les impida asistir, puesto que 34 rebeldes serían suficientes para abocar al fracaso el refuerzo de la normativa terrorista si finalmente el 'no' es la opción de todos los partidos de la oposición, incluyendo al DUP, que tradicionalmente se alinea con los 'tories' y que en esta ocasión avanzó que no dará a conocer su orientación hasta minutos antes de hacerla efectiva, una vez la determine en una reunión convocada esta misma mañana.

En este contexto, la polémica norma volvió a monopolizar la sesión de control al Gobierno de esta manaña en el Parlamento, en la que Gordon Brown aprovechó su última intervención antes de una votación trascendental para su futuro político para reivindicar la medida como una "cuestión de necesidad para la seguridad nacional". "El Gobierno no juzga si es popular, sino si es correcta y necesaria", aseveró.

DEBATE POLÉMICO

En un bronco debate con el líder 'tory', David Cameron, el primer ministro mantuvo su tesis de que la "complejidad y la sofisticación" de las nuevas fórmulas de terroriosta "recomiendan hacer más" y añadió que no es sólo una demanda de los cuerpos de seguridad, según él unánimemente de su lado, sino una apuesta "de sentido".