Ahora que ustedes han tomado el mando de esta nave que se llama Galicia, yo, como un ciudadano que anhela ver cambiadas muchas cosas que están ancladas en un pasado con mucho sabor a rancio, les mando este escrito a ver si son capaces de enderezar algunos entuertos de los cuales el PP no quiso o no supo solucionar.

En la caza sabrán que el anterior Gobierno gallego en vez de asumir el aprovechamiento cinegético y crear un coto regional, o cuando menos provincial, que era lo que pedíamos los cazadores de las ciudades, lo que hizo fue crear los Tecores, que les fueron otorgados a los lugareños, sin pensar que los de las ciudades no teníamos dónde cazar. Decían que los Tecores tenían que admitir un porcentaje de la ciudad; pero no lo hicieron y cuando admiten a alguien hay que pagarles precios astronómicos, cuando ellos pagan "dous patacos" y total para no encontrar apenas caza.

Aquí disfrutan de las playas, o de los sitios de ocio, incluso pueden practicar la pesca deportiva que les cuesta 3 euros la licencia por un año, y todo esto sin dar explicaciones a nadie, como debe ser, como nos gustaría a nosotros, sin fronteras...

En una palabra: son europeos, nosotros no.

Los ciudadanos si vamos al monte nos encontramos con unas tablillas, que dicen "Tecor, coto privado de caza".

Aquí ya no somos ni europeos ni gallegos.

A todo esto les diré que los Tecores tenían y tienen que tener 2.000 Ha., sino no se podían constituir, aparte de disponer de un guardamontes debidamente inscrito en la Seguridad Social, pero la picaresca de unos y el consentimiento de la Xunta del PP propició la propagación de muchos de ellos, aunque el 90% no tienen fauna alguna que sea cazable, a pesar de que tienen la obligación de fomentar la caza. Aquí es dónde se observan las consecuencias del engaño al que fueron sometidos por los iluminados que crearon los Tecores, pero como estos cazadores del rural lo que querían era cazar ellos solos en el monte, no les importaron las consecuencias a largo plazo.

En cuanto a la Ley de Caza, su redacción fue un verdadero desastre, está pensada para un sitio como Castilla, porque para Galicia, y sobre todo en Pontevedra, no se puede cazar pues todo son pistas, caminos, alpendres, ríos y pequeñas casitas desperdigadas por el monte.

Ya no les digo nada sobre la caza de aves acuáticas (hace años que no se abre) pues todos los humedales de la región pasaron bajo el control de los ecologistas, o sea, no se puede cazar en ellos, y patos los hay a miles.

La media veda (del 15 de agosto al 15 de septiembre) que enlazaba con la caza menor, hace años que no se abre, cuando la codorniz y la tórtola junto a la paloma toraz, vienen a criar aquí, y a finales de septiembre emigran hacia África y en su recorrido las cazan en otros lugares como Portugal.

En una palabra, una miseria y un desastre, por eso desde aquí y haciéndome eco de muchos cazadores que hemos recordado tiempos mejores, pido que cambien la ley de caza... y los gallegos de las ciudades se lo agradeceremos.

Telmo Agra Alonso - Vigo