A. Martínez / M. Méndez / CAMBADOS

Los cambadeses Ricardo Feijóo Vázquez y su primo Ángel Feijóo, de 35 y 25 años, respectivamente, aparecieron muertos a tiros y carbonizados en la tarde de ayer dentro de un viejo molino de la parroquia de Castrelo (Cambados).

Se trata de un presunto ajuste de cuentas por narcotráfico que ha dado pie a la detención de una persona en A Coruña, y que está relacionado con el incendio el jueves, en una nave de Catoira, de una planeadora y un vehículo preparados para una inminente operación de tráfico de drogas en el sur de la península.

La matanza pudo ser cometida por sicarios que se ensañaron contra los dos cambadeses y cuyo objetivo inicial sería castigar con dureza, y hasta la muerte, a Ricardo Feijóo. De lo que no hay duda es de que quienes les llevaron hasta allí conocían muy bien el apartado lugar en el que se desencadenaron los acontecimientos y probablemente eran de la zona.

La falta de luz solar, la dificultad de acceso a la zona y el hecho de que los cuerpos estuvieran calcinados hizo que los equipos forenses, judiciales y policiales decidieran no levantar los cadáveres y mantenerlos en el lugar hasta hoy por la mañana para así no estropear posibles pruebas y esperar la llegada de equipos especializados en este tipo de crímenes.

Entre las pistas a seguir está la del coche de los fallecidos, un Volkswagen Golf, que se encontraba a escasos 50 metros del molino donde estaban los cuerpos. En principio todo apunta que la ejecución tuvo lugar en el molino, donde primero les dispararon y luego les prendieron fuego.

La mujer de Ricardo Feijóo denunció ayer por la mañana ante la Guardia Civil de Cambados y acompañada por un abogado, que su marido había sido secuestrado la noche anterior. El detenido en la ciudad herculina estaría relacionado con este secuestro. El letrado de la familia de la víctima, al parecer, también estuvo ayer en el lugar de los hechos.

Estos crímenes se vinculan a la guerra abierta entre las dos bandas de narcotraficantes que provocó el incendio de una nave en Catoira hace unos días. Uno de los clanes, al parecer, reclama el pago de una deuda a la organización a la que pertenecería Ricardo Feijóo, que sería la responsable de la planeadora y del vehículo que ardieron.

El incendio habría conseguido abortar una inminente descarga de drogas, pero los venganza se amplió con la ejecución de Ricardo Feijóo. El ensañamiento empleado en su muerte apunta a que su grupo pudo quedarse con parte de algún alijo de la banda rival.

La Guardia Civil, al parecer, seguía desde hace tiempo a ambas organizaciones.

A raíz del incendio de la nave en Catoira las fuerzas de seguridad tuvieron que variar su línea de investigación y actuación, pero después del ajuste de cuentas ocurrido ayer en Cambados es previsible que se precipiten los acontecimientos y se produzcan nuevas detenciones que se sumarían a la del apresado ayer en A Coruña.