El secretario municipal, Mariano Rodríguez, se ha convertido en el epicentro del conflicto en que se encuentra el concello, y desde ayer tiene abierto un nuevo frente, en esta ocasión con los grupos de la oposición municipal, a los que, de alguna forma, también incluye en esa polémica generada entorno a los supuestos "pelotazos urbanísticos" que se habrían producido en el concello de Ourense, sobre todo después de que tanto PSOE como BNG no apoyasen al grupo de gobierno en el expediente sancionador, con suspensión de nueve meses, aprobado en el pleno del viernes.

Ante esta nueva situación, y evitando entrar en confrontaciones directas con el secretario, desde el grupo socialistas se pone de manifiesto que todas las actuaciones llevadas a cabo, tanto en temas de supuestas irregularidades, como en otras actuaciones políticas, "siempre nos movimos a través de actuaciones marcadas por el rigor y la responsabilidad", apostilla su portavoz, Francisco Rodríguez. A este respecto, dice estar preocupado por este tipo de escándalos y el deterioro que supone para la institución, en este caso el concello de Ourense, y que "nos coge a todos de lleno", aunque deja claro que los socialistas "no nos sentimos aludidos cuando se habla de corrupción".

Coherencia

La dimensión y el cariz que están tomando los acontecimientos llevan al portavoz nacionalista, Sánchez Vidal a pedir calma y serenidad, a la vez que reclama coherencia al secretario en sus afirmaciones. Es por eso que no duda en recordar al secretario municipal que sus informes sirvieron al grupo de gobierno del Partido Popular para rechazar la petición de varios plenos extraordinarios y la inclusión de mociones en el orden del día de las sesiones plenarias.