La empresa concesionaria del servicio de abastecimiento de agua de Baiona, Espina y Delfín, intensifica los controles del caudal existente en la presa de Baíña con el fin de evitar cualquier infección motivada por las obras de ampliación del vaso. Los trabajos se realizan a tan sólo unos metros del agua almacenada y la barrera medioambiental colocada para evitar la contaminación podría ser insuficiente, ya que el montículo interior del embalse se elimina a través de explosiones. El ayuntamiento, Augas de Galicia y la propia compañía acordaron esta medida de prevención para garantizar la potabilidad a todos los vecinos.

Tanto el alcalde baionés, Jesús Vázquez Almuiña, como el responsable de Espina y Delfín Mario Santos confirman la realización diaria de controles visuales del agua y los análisis microscópicos semanales para conocer el estado del agua en todo momento. Las pruebas llevadas a cabo hasta el momento resultan tranquilizadores. El líquido se encuentra en condiciones óptimas para el consumo humano.

Colaboración vecinal

La situación se mantendrá mientras duren las obras, según los cálculos de Vázquez Almuiña y Santos. Y es que la barrera colocada en el embalse funciona de forma correcta y el caudal discurre separado de la maquinaria y el terreno removido. Así que, señalan, el agua deberá llegar a los hogares en perfecto estado.

No obstante, ambos representantes piden colaboración a los vecinos para evitar cualquier riesgo. En caso de que detecten turbiedad u otras anomalías en el caudal que reciben, deben llamar inmediatamente al concello o a la empresa concesionaria para que puedan corregir las posibles deficiencias.