Las carreteras gallegas registraron un trágico balance este verano. Un total de 57 personas perdieron la vida en los 49 accidentes de tráfico mortales que se produjeron durante julio y agosto, lo que supone un aumento en el número de víctimas del 42% con respecto al mismo período de 2004, cuando se contabilizaron 40. El mes con más fallecidos fue agosto, con 31, un 72% más que el pasado año.

Las estadísticas de la Dirección General de Tráfico (DGT) sobre la siniestralidad en la comunidad gallega durante el período estival arrojan que el número de accidentes mortales ascendió un 29% con respecto al verano de 2004, al pasarse de los 38 siniestros de entonces a los 49 que se registraron este año.

Un dato que contrasta con el que se obtiene al comparar la evolución de accidentes de circulación entre los meses de enero y agosto: el número de siniestros descendió un 8% y el de personas muertas un 4%. En cuanto a las provincias, en 2005, A Coruña ha sido la que ha registrado una mayor siniestralidad, al ser escenario del 38% de los accidentes mortales. Le siguen Pontevedra, con un 27,5%; Lugo, con un 17,4% y, finalmente, Ourense, con el 16,8% restante.

Trágico

En el período estival, agosto ha sido el mes más trágico, con 28 accidentes mortales en los que se contabilizaron un total de 31 víctimas, 12 de ellas en la provincia de A Coruña, 9 en la de Pontevedra, 6 en la de Ourense y 4 en la de Lugo. La velocidad excesiva y la distracción debido a factores como el sueño o la fatiga han sido la causa de más de la mitad de los siniestros mortales durante ese mes, que se produjeron, en su mayor parte, de día.

También destaca que el 55,5% de las víctimas no llevaban puesto elementos de seguridad como el cinturón en el momento del accidente, a pesar de las campañas realizadas por la Dirección General de Tráfico en los últimos meses con el fin de concienciar a la población sobre la necesidad de su uso. Este porcentaje alcanza el 70% en el caso de las provincias de A Coruña y Lugo.