Fernando Baiano se congratulaba el domingo de haber disputado un partido con otro delantero al lado. Desde que llegó a España, reconocía el brasileño, se vio obligado a la soledad ante las defensas rivales. Frente al Racing, Baiano contó como alidado con Bamogo, que se aprovechó de un centro de Gustavo López para estrenarse como goleador céltico.

El delantero que llegó a Vigo en febrero cedido por el Olympique de Marsella, reconoció ayer que ese tanto significaba "un buen comienzo" en su nuevo club, pero pidió más tiempo para "conocer mejor" a su compañero, del que no se despega en los entrenamientos.

A pesar del tanto, que dedicó a su hija poniéndose un chupete en la boca, Bamogo señaló que la alegría no había sido completa: "Hubiera sido importante ese gol con una victoria del equipo, pero habrá que seguir trabajando para salir de esta difícil situación".

Bamogo, como Baiano, es el único céltico que ha marcado de cabeza esta temporada. A pesar del certero remate, el jugador galo no se considera un especialista. "No es mi fuerte, pero de vez en cuando sale bien y hago algún gol".

Aunque los técnicos suelen situarlo en las bandas, Bamogo admite estar más cómodo por el centro. "Prefiero jugar como segundo delantero", señaló.

Baiano, por ejemplo, está encantado con tener un compañero cerca que le ayude a romper las defensas. Bamogo, en principio, cuenta con las simpatías del entrenador para repetir la experiencia del domingo. "Voy a intentar entrenar al máximo para poder estar ahí, poder jugar y dar lo máximo posible", prometió ayer el último goleador del Celta.