El sindicato UGT ha convocado una concentración que se celebrará mañana, a partir de las cinco menos cuarto de la tarde ante la sede del Liceo Casino, ubicada en la calle Castelao, en protesta por la decisión de la ejecutiva de prescindir de los servicios del administrador, Ramón Rey Gey, que llevaba 26 años trabajando para la entidad.

El sindicato teme que el despido se deba a una represalia sindical, a un intento de la directiva de evitar su elección como representante de los trabajadores. Explican que el equipo que lidera Álvaro Paz ha ejercido "presiones" en contra de los empleados, que ha cambiado sus horarios, fijando jornadas "excesivas" y que incluso existe el temor a que el despido se extienda a otros miembros de la plantilla.

Sin embargo, desde la directiva defienden que hay "razones de peso" para apartarlo de su puesto.

Lo que parece claro es que el malestar de la dirección con el empleado viene de atrás. Rey Gey ya era administrador durante la etapa de José Manuel Pérez Vallejo y hubo un grupo de socios que pidieron su cese cuando se descubrió que el anterior presidente había desviado fondos de la sociedad. Entonces le reprochaban que no hubiese alertado al resto de la directiva de los tejemanejes del presidente y, según confirmaron miembros de la anterior directiva, únicamente le salvó del despido la defensa a ultranza que, de su trabajo, hizo la predecesora de Paz, Marisa Rodríguez.

El problema es que, una vez que ella dejó la presidencia, Rey Gey se quedó sin defensor y hay quién asegura que su puesto peligró desde el primer momento y que, de hecho, si quería convertirse en delegado sindical, era, entre otras cuestiones, porque la ley impide su despido. Coinciden con UGT en que ese intento propició su despido pues el presidente no estaba dispuesto a asegurar su puesto. Hay socios que temen que Paz quiera cambiar la plantilla por gente "afin".