Siendo un grupo de riesgo, por mis viajes y mi edad, fui a la Seguridad Social para ponerme la vacuna contra la gripe. Me dieron cita para un mes más tarde, por lo que tuve que gastarme de nuevo mi dinero para que me lo pusieran "por libre". Quise, con todo, como pide el volante de la Seguridad Social, avisar que renunciaba a esta tardía cita, siendo imposible, porque en diferentes intentos encontré siempre el teléfono ocupado o sonando sin que respondieran.

Mientras, observo tanto dispendio de nuestro dinero en obras inútiles, suntuosa y de autopropaganda de las autoridades. Y seguiremos así mientras tantos ciudadanos no tengan una mayor conciencia de sus verdaderos intereses, económicos e incluso de salud, y no pongan más interés en elegir autoridades menos incompetentes o corruptas.

Luis Serrano Rubio - Madrid