Isabel Fontán Sías, de 21 años de edad y vecina de Rebordáns (Tui) es la persona que acudió primero a la llamada de auxilio de Carmen R. P. la víctima del acuchillamiento que se produjo en la Avenida de Portugal, sobre las 21.00 horas del pasado sábado. Intentó sacar a la víctima del coche mientras veía como el agresor "le presionaba el abdomen con un cuchillo grande, como de carnicero". Al ver que no podía frenar la agresión, salió a la carretera y con los brazos en cruz paró a los coches, pidiendo auxilio. Y pararon. La actuación de esta joven ha sido providencial para impedir que Eduardo Vieira Laranxeira acabase con la vida de su víctima.

- ¿Recuerda cómo empezó todo?

- Iba hacia Tomiño con mi coche, pero paré en la Avenida de Portugal para hablar con una amiga. De repente escuché unos gritos: "¡socorro, socorro, auxilio, que me están asesinando!!!". Salí corriendo y fui hacia el coche cercano donde pensé que una pareja estaba discutiendo. Yo no los conocía de nada. Ella estaba sentada en el asiento del conductor y él en el de acompañante.

- ¿Qué ocurrió después?

- Todo pasó muy rápido. Vi como el hombre tenía en las manos un cuchillo de hoja muy grande y ancha, como de carnicero, mientras ella estaba inclinada. Entonces fui por la parte del conductor y tiré de la chica intentando sacarla del coche, pero no podía porque el hombre la tenía agarrada por la chaqueta. Entonces él me amenazó con el cuchillo.

- ¿Usted siguió allí, a pesar de eso?

-Sí. Sólo sé que yo no podía quedarme de brazos cruzados cuando estaba viendo como él le presionaba el abdomen varias veces con aquel gran cuchillo. Además le decía "tú no vas a estar con F. (un nombre de varón). Si no estás conmigo, no estarás con nadie".

- ¿La víctima perdió el conocimiento?

- No. también gritaba, hasta que perdió las fuerzas para hacerlo. Como vi que no podía hacer nada para frenar al agresor, me planté en el medio de la carretera para parar los coches y pedir auxilio para impedir que la matase. Los conductores

tenían dos opciones: parar o atropellarme. Y pararon. Se agrupó entonces mucha gente.

-¿Qué pasó entonces?

-La gente comenzó a gritarle "¡qué haces, loco!" y él optó por largarse. La chica salió del coche y se cayó al suelo, junto al paso cebra. Yo corrí a su lado y la sujeté. Entonces un chico y una chica le presionaron en la zona de las heridas para detener la hemorragia. Ella siguió consciente y pidió un móvil para llamar a F., que al parecer es su novio. Después llegaron la Guardia Civil, la Policía Local, la ambulancia.....

- ¿Qué sintió usted después?

-Mucho miedo, pensando que el agresor me había visto la cara, y también mi coche, por lo que era posible que viniese a por mí. Cuando supe que se había quitado la vida respiré. Aún así sólo dormí dos horas antes de ir a mi trabajo, en la cafetería de El Pilar. Quiero ir a ver a la chica al hospital en cuanto pueda. Nunca viví una situación de malos tratos y me quedó la sensación de impotencia al no poder evitar, a pesar de todo, que la acuchillasen de esa forma. Creo que lo que me ha pasado son cosas del destino.