-Desde el sector dicen que falta relevo generacional y que el mar no atrae a los jóvenes.
-Yo creo que sí hay ilusión por el mar, sobre todo en la bajura y el marisqueo, en el que hay relevo generacional. Vemos que las matrículas en nuestras escuelas han subido más de un 50% desde 2009. Tenemos cursos de formación no reglada y saturación en todos ellos. Lo que ocurre es que sí hay problemas a la hora de encontrar tripulaciones y eso lo achaco a que necesitamos hacer atractivo el trabajo a bordo de los buques de altura y gran altura. Un espacio de trabajo cómodo y adecuado. Se debe a la habitabilidad de nuestros barcos.
-Para eso los armadores siguen reclamando ayudas para renovar la flota, ¿cómo puede ayudar la Consellería en esta materia?
-Yo lo que pido a la Unión Europea es ayuda financiera para que podamos construir unos barcos que, manteniendo la misma capacidad pesquera, mejoren la habitabilidad: Más espacio en camarotes, zonas de esparcimiento para las horas libres, facilitar las comunicaciones con tierra… Hacerlo más atractivo para los jóvenes. Es necesario y factible, por eso lo defendemos para el nuevo Fondo Europeo Marítimo y de Pesca [FEMP].
