Las 60 mariscadoras de a pie que faenan cada día en los bancos del litoral de Moaña pueden respirar tranquilas. Los biólogos del Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar) extrajeron ayer sus conclusiones tras los análisis de las muestras de producto recogidas el pasado martes y concluyeron que no se registra una presencia elevada de contaminación fecal y que se había superado el pico de bacterias E.coli detectado a comienzos de mes en la ensenada de Meira, cuando los análisis habían desvelado más de 20.000 unidades de esta bacteria por cada 100 gramos de carne.

Los resultados de esta semana mantienen al área de marisqueo como Zona B, por lo que la presencia de E.coli se mueve en los parámetros permitidos de menos de 4.600 unidades cada 100 gramos. Desaparece, por tanto, el riego que planeaba sobre el sector, pues un nuevo análisis con índices elevados de fecales podría suponer el cierre del marisqueo a pie e incluso podría paralizar el trabajo de las trabajadoras del sector.

Esta misma semana las mariscadoras se mostraban tranquilas y confiaban en que los resultados del Intecmar serían positivos para sus intereses. Alertaban también de que los picos de contaminación se habían determinado en muestras recogidas en la ensenada de Meira, no en el arenal de A Xunqueira, que pasa por ser el principal banco marisquero del municipio. Además, recordaban que en la ensenada de Meira no extraían producto desde las pasadas navidades.

Es más, las profesionales del sector destacaron la calidad de las almejas, berberechos y longueiróns que extraen cada día y se mostraban incluso más preocupadas por la cantidad de agua dulce que baja de los ríos con los caudales muy elevados en estos momentos, pues pueden provocar mortandad de producto.

Con los resultados de esta semana se evita por lo tanto el tercer positivo por niveles de fecales y la declaración de la ensenada de Moaña como Zona C. Esto requeriría que los productos extraídos en los bancos moañeses, antes de su puesta en el mercado, deberían ser sometidos a un proceso de reinstalación durante un periodo largo de tiempo, de ahí que se temiese el cierre de los bancos marisqueros durante un año.

La pasada semana el patrón mayor de Moaña, José Antonio Currás, ya adelantaba que, más allá de los resultados de una analítica puntual, la solución debe pasar por poner fin a cualquier vertido de fecales incontrolado.