La organización conservacionista Sea Shepherd asegura que el palangrero guardés Cedes "no fue detenido ni arrestado" en aguas de Liberia y que solo fue una "inspección rutinaria". El patrón del buque denunció que fueron "apuntados con metralletas" por parte de militares del país africano y obligados a cortar aletas. Desde la organización a la que pertenece, Orpagu, aseguraron ayer que seguirán adelante con la denuncia ante las autoridades de este tipo de abordajes.

Sea Shepherd señala en un comunicado que tras la inspección "todas las bodegas y almacenamiento de pescado cumplían con el protocolo de pesca de Liberia", pero más adelante añade que trasladarán a la Comisión Europea que hallaron 187 tintoreras y que la mitad tenían las aletas "completamente seccionadas del torso", una práctica prohibida por la UE que se aplica en todo barco comunitario -medida de la era de la comisaria Maria Damanaki para conservar los tiburones- y que desde Orpagu niegan haber realizado.

Además, la organización de EE UU también recuerda que en el caso del Baz, también de Orpagu y abordado en 2017, se hallaron también aletas cortadas, lo que derivó en una sanción de Liberia. "No hubo multa de ningún tipo", aseguran desde la Organización de Palangreros Guardeses.