La conocida como milla 201, fuera de aguas territoriales de Argentina, es una de las zonas pesqueras con mayor tensión del mundo en estos momentos. Así lo reconocen los armadores con barcos gallegos que operan en el suroeste del océano Atlántico tras la detención del buque de Marín Playa Pesmar Uno hace más de dos semanas por parte del país sudamericano. Ayer un nuevo incidente levantó de nuevo las alarmas entre el sector y en las autoridades del país, cuando una patrullera de la Prefectura Naval Argentina amenazó con abrir fuego contra un barco asiático que supuestamente habría entrado en las 200 millas que delimitan la zona económica exclusiva (ZEE) del país.

"Salga de mi curso y no interfiera con nuestros procedimientos o abriremos fuego", explicó por radio el capitán de una de las patrulleras argentinas en una comunicación a la que tuvo acceso FARO.

Pese a que la información a última hora de ayer era todavía muy escasa, desde Prefectura sí confirmaron que hubo un accidente. Según pudo saber este periódico, todo apunta a que una de las patrulleras del Gobierno argentino pudo abrir fuego contra el pesquero, como ya sucedió en otras ocasiones. Sin ir más lejos, Prefectura ametralló al potero Lu Yan Yuan Yu 010 en 2016 por entrar en sus aguas. Acabó en el fondo del mar y su tripulación fue rescatada.

La milla 201 está desde comienzos de año saturada por una ciudad de buques que solo tienen en mente la captura de una especie: pota (calamar Illex argentinus). Pese a que más allá de la milla 200 es considerado como aguas internacionales, los cientos de barcos que faenan en la zona no están regulados y realizan una fuerte presión sobre la pesquería de esa especie que sí se lleva a cabo de forma controlada tanto en aguas argentinas como malvinas.

Las incursiones en aguas argentinas de estos barcos, principalmente asiáticos, suele ser una constante. Para ello los guardacostas del país realizan una labor de vigilancia continua, aunque se enfrentan a un espacio de agua de una gran dimensión. Este nuevo caso, unido al arresto del buque gallego Playa Pesmar Uno por pesca ilegal (todavía retenido en Comodoro Rivadavia a la espera de una sanción), aumenta la tensión en la zona.