La flota gallega de arrastre que faena en aguas de la costa del noroeste africano bajo los acuerdos pesqueros entre la Unión Europea y esos países puede tener una buena noticia en las próximas semanas. Guinea-Bisáu, estado con el que expiró el último pacto el pasado 23 de noviembre y que obligó a los buques -hasta 15- a abandonar el caladero, ha aceptado rebajar sus pretensiones económicas y está dispuesta a volver a sentarse para retomar las negociaciones. Según ha podido saber este periódico, el país ha evitado equipararse a su vecino Mauritania, que recibe casi 59 millones de euros por parte de la UE convirtiéndose en el acuerdo más caro al ofrecer mejores condiciones logísticas y también una mejor pesca.

Los negociadores europeos tienen previsto fijar un encuentro a lo largo de las próximas semanas en el que se espera que todo quede resuelto y los buques puedan volver a aguas de Guinea-Bisáu para capturar merluza o jurel. Fuentes cercanas a las conversaciones entre las dos partes aseguran que el acuerdo "está cercano", aunque habrá que seguir los cauces habituales para que los buques puedan regresar al caladero, por lo que aún habrá que esperar.

El sector gallego representado por la Asociación Nacional de Cefalopoderos (Anacef) luchó a lo largo del año pasado para que se llegara a un nuevo acuerdo pesquero al depender el 80% de sus capturas del mismo. Desde antes de verano venían alertando que podrían tener que dejar el caladero si no se daban los pasos adecuados, arriesgándose a perder unos 30 millones de euros. Consultados por este periódico ayer explicaban que quieren el acuerdo "pero no a cualquier precio", refiriéndose a los precios (Guinea-Bisáu aspiraba a que pagasen por tonelada pescada y no por toneladas de registro bruto del barco) y las condiciones técnicas (solicitaban pasar inspecciones y descargar en la capital del país).

Regreso a Gambia

Por otro lado el regreso de esta flota a Gambia esta cada vez más cerca. Una consultoría ha emitido un preinforme a petición de la Comisión Europea para evaluar la posibilidad de retomar un acuerdo pesquero, ya que existe uno pero se encuentra inactivo desde 1996. Los resultados fueron favorables y se espera que este mismo año comiencen las negociaciones. La última vez que uno de estos buques faenaron en el país fue en 2014, fecha en la que la cláusula de exclusividad -la cual prohibe a los barcos europeos faenar mediante otro acuerdo que no sea el que tiene la UE con el país tercero, aunque esté inactivo- obligó a salir a la flota.

Por otro lado, los buques de Anacef siguen empleando las seis licencias disponibles para pesca demersal en Mauritania, país del que fueron expulsados en 2012. Sin embargo, la flota espera poder mejorar las condiciones bajo las que faenan en la próxima reunión de la comisión mixta, esta primavera, tanto en cuanto a posibilidades de pesca como en la propia zona designada para faenar.