La mancha de petróleo provocada por el hundimiento del petrolero iraní Sanchi frente a las costas de Shanghái triplicó su tamaño en cuatro días y ayer ya alcanzaba una superficie de 332 km2, según datos del Gobierno chino, que el pasado miércoles estimaba su extensión en 101 km2.

El impacto de la marea negra en el mar oriental de China podría duplicar el provocado por el Prestige en la costa gallega en caso de que no se logre contener la salida de crudo, que afecta ya a una zona de reproducción del calamar espada, según Greenpeace, y amenaza una ruta vital de migraciones de ballenas jorobadas y grises.

El Sanchi colisionó el 6 de enero con un carguero, lo que provocó varias explosiones. Los 32 tripulantes murieron y el buque ardió hasta que se hundió el 14 de enero en aguas económicas de Japón, donde yace a 115 metros de profundidad.

El Sanchi transportaba 136.000 toneladas de crudo, equivalentes a un millón de barriles.