El 1 de enero de 2019 marca el fin de los descartes pesqueros en la Unión Europea. La obligación de llevar a puerto todas las capturas se harán efectiva en esa fecha para toda la flota comunitaria y la que más difícil lo tendrá son las pesquerías mixtas. Por este motivo, desde hace años los armadores se encuentran en plena búsqueda de posibles soluciones que no solo encuentren un destino para esas capturas (muchas de ellas con un difícil salida a nivel comercial), sino también para disminuir la captura de aquellas especies que hoy son descartadas. En este último campo la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI) se encuentra en pleno testeo de un nuevo diseño de malla que optimice la faena a la flota rapantera -que captura rapante o gallo- que trabaja en aguas de Gran Sol.
Junto al instituto alemán Thünen, los armadores probaron el denominado copo T90, con malla con forma de diamante similar a la que se usa en la actualidad pero con un giro de 90 grados en relación al sentido de tiro del propio barco durante el arrastre. "Esto hace que cuando el barco tira, la malla no se queda plana", explica Bibiana García, investigadora del departamento ARVI Innovapesca, que aclara que así "tiene una retención mejor" de las especies que entran en ella, sobre todo en el caso del rapante.
Los testeos fueron realizados durante el pasado verano a bordo de un barco de investigación del instituto germano, para el que habían adaptado un año antes la malla. En estos estudios desde ARVI comprobaron que con el T90 se "reducen significativamente las capturas de peces de sección redonda" como la merluza o el jurel "sin perjudicar la capacidad para retener peces planos", además de mejorar la calidad del pescado capturado.
Contando con la ayuda del Instituto Español de Oceanografía (IEO) para este proyecto, los armadores identificaron que esta tecnología "ofrece varias ventajas" respecto a la malla que emplea ahora la flota, sobre todo a la hora de reducir el número de alevines de rapante, aumentar la talla media de la merluza retenida (en comparación con la malla actual) y lograr una mejor selectividad para las especies que suponen un descarte en la pesquería: jurel, ochavo, borracho o pintarroja.
Según el programa de muestreo de descartes del IEO (con datos entre 2003 y 2012), se estima que alrededor del 75% de la captura total de la flota comercial es devuelta al mar muerta o moribunda. Con la cercanía del 1 de enero de 2019 los armadores siguen trabajando en soluciones, aunque también formando a los marineros. Ayer ARVI acogió el primer seminario de formación para la flota de cerco sobre esta problemática. El primero de muchos que, paralelamente, acompañan a estas investigaciones que buscan crear "una batería de soluciones" para evitar problemas en el futuro.
