El sector palangrero gallego reivindica la definición de su flota como familiar y artesanal frente a la industrial habitualmente empleada para definir a este segmento de flota en base a la necesidad de la Política Pesquera Común (PPC) de la Unión Europea de diferenciar entre flotas artesanales e industriales.

La propia FAO reconoce que existe un problema para definir ciertos tipos de flota y defiende que el "dualismo" entre pesca industrial y artesanal, que define a esta última como necesaria de "mucha mano de obra y la participación de los propietarios". "No se limita a la escala de la operación, sino que se extiende al tipo de tecnología utilizada, el grado de intensidad del capital, generación de empleo y propiedad", señala la FAO, según recoge la última edición de la publicación Pesca Internacional, de la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI).

En este sentido, el sector recuerda que el palangre está formado, en mayor parte, por "empresas familiares de un solo barco" en las que el propio armador "suele ir en el buque", además de estar radicados en poblaciones concretas, como es el caso de Vigo, A Guardia, Burela o Ribeira. Por eso rechazan ser definidos estrictamente como "flota industrial" pese a recorrer grandes distancias y utilizar técnicas como la congelación.