La piratería ha incrementado su actividad peligrosamente este año, sobre todo en aguas de Somalia, donde no se producía un secuestro desde el año 2012. Según la Oficina Marítima Internacional (IMB, en inglés), un total de 43 buques fueron atacados en el primer trimestre del año, provocando que 58 marineros fueran capturados. Una situación que tiene tres claros puntos negros: las aguas que rodean el cuerno de África, el entorno del golfo de Guinea y también al sur de las Filipinas.

En el primer caso, dos buques fueron secuestrados: el Aris 13 y el dhow (embarcación tradicional mercante india) Al Kausar. En estos dos casos fueron apresados 28 marineros, que fueron liberados al poco tiempo. A estos caso cabe sumar también el secuestro de un pesquero local (se sospecha que para utilizarlo para otros ataques) y los ataques al buque paquistaní Salama 1, al portacontenedores OS 35 (atacado por 30 piratas en seis lanchas) y al mercante Costina, cuyo secuestro fue evitado por el buque español Galicia.

Mientras, en el golfo de Guinea las aguas de Nigeria se convirtieron en el centro de los secuestros, con 17 tripulaciones tomadas en tres incidentes separados, frente a los 14 en el mismo período del año pasado. Los tres buques -uno de carga general, otro cisterna y un granelero- fueron atacados mientras se encontraban a 30-60 millas náuticas de la costa de Bayelsa. Otros tres barcos sufrieron disparas a 110 millas y se cree que hubo muchos más ataques que no fueron reportados. Pottengal Mukundan, director de IMB, indicó que "es necesario hacer más para acabar con las bandas armadas de esta zona".

Mientras, en aguas de Filipinas las cifras de ataques también son dramáticas. Allí nueve barcos reportaron ataques, en comparación con los dos del primer trimestre del año pasado. Entre ellos se cuela un buque de carga en el que dos marineros fueron asesinados y cinco secuestrados. Áreas como el mar de Sulu y el paso de Sibutu son particularmente arriesgadas, según el IMB, que recomienda a los buques evitar esas aguas.

Por el momento ningún pesquero europeo se ha visto envuelto en problemas de este tipo durante sus faenas de pesca, si bien los atuneros españoles ya han pedido la intervención de la operación Atalanta para atajar la escalada de ataques en Somalia, como publicó este medio.