La investigación en el sector de la pesca extractiva de la mano de los armadores de Vigo cumple una década de existencia este año. El departamento ARVI Innovapesca nació en 2007 y, desde entonces, han desarrollado un total de 58 proyectos. "Son diez años que han merecido la pena a pesar de que en entre esos proyectos también ha habido notorios fracasos", resume sincero Jorge Romón, jefe del área de la Cooperativa de Armadores de Vigo que apuesta por el futuro, ya que "la pesca es una actividad económica como otra cualquiera y si te duermes se te lleva la corriente".
Con un equipo fijo completado por los investigadores Óscar Fernández y Bibiana García, Romón explica que el departamento está en realidad formado "prácticamente por toda la cooperativa", ya que su trabajo se basa en intentar "utilizar la experiencia y conocimiento del personal para hacer I+D+i". "Y no solo eso, sino también de los propios armadores, aportando su experiencia y colaborando en los proyectos", indica.
Cuando se creó, allá por el mes de septiembre de hace diez años, el principal objetivo era el de lograr una mayor eficiencia debido a los altos precios del combustible. "Lo que se hizo entonces no tenía en cuenta el rendimiento energético, ahora sí", explica Romón. Quieren que "no se cometan los errores del pasado", de ahí que aparezcan proyectos como Aralfutur o Propesca. En el primer caso, se pretendía recuperar la competitividad de una flota anticuada mediante el diseño e introducción de novedades tecnológicas. En el segundo, Grupo Pereira, Iberconsa y la propia cooperativa están llevando a cabo un proyecto para mejorar el procesado y tratamiento de pescado a bordo, optimizando así el trabajo de la flota de Malvinas y Gran Sol y el congelado de merluza.
"Las empresas armadoras construyen los barcos, nuestra función es proveer información y soluciones. Aralfutur o Propesca están ahí, encaminados a mejorar. Que luego se adopte por parte de las empresas es según su criterio", informa Jorge Romón.
Aprovechamiento
De igual forma, otro de los campos en los que están investigando en la actualidad es en el del aprovechamiento o la reducción de los descartes pesqueros. Con la normativa comunitaria que prohibe esa práctica por completo -en aplicación paulatina por especies año a año hasta 2019, fecha límite- los barcos se ven obligados a llevar a puerto todas sus capturas, con lo que tienen que buscarle una salida. Así surgieron proyectos como el del "marujito" ( Patagonotothen ramsayi), una especie capturada por la flota en aguas del Atlántico Suroccidental y para el que ARVI Innovapesca buscó dotar de un valor comercial. Uno de los "casos de éxito" del departamento, ya que se tradujo en una pesquería rentable para la flota.
En el mismo camino están los proyectos Hologal y su continuación Holoplus (en plena investigación), que buscan promover el comercio y consumo de las holoturias o pepinos de mar. Capturada por arrastreros de Gran Sol y de litoral, la especie es muy apreciada en mercados como el asiático. En el nuevo proyecto se trabaja en una planta de secado para mejorar la transformación y almacenado del producto.
"Son recursos que se estaban devolviendo al mar y ahora se obtiene un rendimiento por ellos", completa Romón.
Financiación y conocimiento
Para poder cumplir los objetivos ARVI Innovapesca cuenta con la colaboración de los centros de investigación, con los que busca "aproximar sus líneas de trabajo a las necesidades de la industria".
Otro de los retos a los que se enfrentan es obtener la financiación necesaria para poder llevar a cabo todas las iniciativas. Para ello aprovechan las opciones de ayuda posibles, tanto del propio Gobierno español o autonómico como de la Unión Europea.
Pese a todo, Jorge Romón recuerda que las cosas no salen siempre como uno esperaba en el terreno del I+D+i. "La investigación no es algo seguro, hay unos proyectos que te llevan a un mayor conocimiento de la actividad pero que no se traducen en un impacto monetario", explica el investigador líder de un departamento clave para la industria pesquera viguesa.
