Más de 16 especies de tiburones y rayas, algunas de ellas en serio peligro de extinción, son comercializadas de manera irregular en el sur de Brasil y vendidas bajo la falsa fachada de simples cazones para no levantar sospechas. La situación fue denunciada por el investigador de la Universidad Vale do Rio dos Sinos (Unisinos) Hugo Valiati y su asistente Christian Sperb.