La Ría de Vigo lleva un año trágico en cuanto a los naufragios se refiere con cuatro pescadores y dos buzos fallecidos. Florentino Martínez López es la cuarta persona que pierde su vida mientras faenaba en la desembocadura de la ría y la tercera que lo hace en el peligroso entorno del islote de Agoeiro, al sur de las islas Cíes.

A la memoria de todos los pescadores de O Morrazo y de la zona de Vigo volvieron ayer los nombres de Borja Alonso (hijo del expatrón mayor de la cofradía de pescadores de Vigo, Julio Alonso) y el luso Filipe Manuel de Brito, que a finales de enero fallecieron al volcar su embarcación Látigo en la misma zona mientras pescaban lubina. Sus cuerpos no fueron localizados pese a los esfuerzos de Guarda Civil, Salvamento Marítimo, familiares y amigos.

El mar volvió a golpear con fuerza el 6 de mayo. El cuerpo del cangués Marcelo Santos llegó en helicóptero a Guixar con parada cardiorrespiratoria, donde finalmente falleció. El Pesca I lo había localizado cerca de Cabo Home, donde volcó su planeadora, Rebeca. El marinero que lo acompañaba, Raúl Lagoa, pudo salvarse nadando hasta la costa.

A estos cuatro fallecidos hay que añadir también los dos buzos que perdieron la vida en abril. El primero fue Pablo M.A.B. vecino de Coruxo cuyo cuerpo apareció a 20 metros de la playa de Fuchiños y fue recuperado por el Pesca I. Siete días más tarde falleció Alexis Macía, instructor de buceo vigués que inspeccionada el pecio del Mar de Marín. Su cuerpo fue encontrado por Salvamento Marítimo cerca de la proa de este buque hundido en el 2014 tras chocar contra un carguero.