El deterioro de las poblaciones de krill antártico (euphausia superba) es tan acusado que a final de siglo habrá desaparecido el 80% de esta especie. Es la conclusión de una investigación promovida por la investigadora Andrea Piñones para la prestigiosa universidad de Yale. El krill es el principal sustento de especies como las ballenas, pingüinos, focas o los calamares, de ahí que, de cumplirse el pronóstico de Piñones, su disminución provocaría serios problemas para la biomasa marina.

El estudio, publicado por la Geophysical Research Letters y recogido por la página Fis.com, asegura que la población de krill ya se redujo entre un 80 y 90% desde los años 70. El motivo, según los expertos, se debe principalmente al calentamiento de las aguas antárticas. Los modelos climáticos predicen que la corriente de aguas profundas circumpolares se calentará de 1 a 1,5 °C para el año 2100, y la temperatura de las aguas superficiales en algunas áreas alrededor de la Antártica podría aumentar hasta 2 °C.