El Gobierno chino, acusado de forma recurrente de permitir las actividades de pesca ilegal de su flota, ha decidido pasarse al bando de los buenos. Liling Zhao, responsable de pesca de altura del ministerio, ha ordenado la detención sine die de tres buques de la casa armadora local Dong Xing Long Ocean Fishing Company, que habían sido perseguidos por distintos caladeros por los activistas contra la pesca ilegal Sea Shepherd. La bandera que ondea en la cubierta del barco de esta organización es la pirata, y persiguen a buques acusados de faenar de forma ilegal como el cobrador del frac. El propio Zhao, en nombre del Ejecutivo de Pekín, se ha dirigido por carta al máximo directivo mundial de la organización, Alex Cornelissen.

"Quería expresarle nuestro sincero agradecimiento por la constante lucha contra la pesca ilegal por parte de buques pesqueros chinos al sur del Océano Índico", dice la misiva, publicada en la web de los activistas internacionales. El caso saltó cuando Sea Shepherd lanzó la Operation Driftnet, dirigida a frenar la actividad de seis barcos de Dong Xing Long Ocean Fishing Company. A raíz de la persecución y la colaboración del Gobierno chino, los patrones de tres de los buques han perdido la licencia de navegación, y los barcos están apresados con una fianza de 300.000 dólares. Se trata de los buques Fu Yuan Yu 071,Fu Yuan Yu 073 y Fu Yuan Yu 076.

Según explicaron desde Sea Shepherd, de momento solo encontraron pruebas para acusar de pesca ilegal a estas tres embarcaciones, aunque los propietarios tienen otras tres. "La investigación sobre ellas sigue en marcha". Fue el buque de los activistas Steve Irwin el que detectó y obtuvo pruebas de la actividad ilegal de los pesqueros, y las remitió a Pekín porque la operación, aunque había comenzado en el Índico, concluyó en aguas soberanas de China. La Marina del país autorizó Steve Irwin que continuara la persecución.Según la investigación, los barcos utilizaban redes con mallas prohibidas para elevar sus capturas.

El jefe de la operación, el capitán Sid Chakravarty, aseguró que la acción rápida del Gobierno de China demuestra que los delitos atribuidos a la empresa Dong Xing Long son "muy graves", y agradeció la "colaboración" del Ejecutivo hacia su labor. Más aún, ha permitido que Pekín se atribuya el "éxito" de las detenciones.