Un estudio internacional publicado por Nature señala que berberechos, almejas y mejillones se transmiten entre ellos un cáncer, similar a la leucemia en los humanos, que está provocando una alta mortalidad de estos bibalvos. El trabajo, en el que ha participado el profesor honorífico de la Universidad de Alcalá de Henares (UAH) Antonio Villalba, aclara que este tipo de cáncer no se transmite a los humanos.

Bajo el título Transmisión muy extendida de linajes de células cancerosas en varias especies de bivalvos, el artículo demuestra que al menos cuatro especies de moluscos bivalvos se contagian la neoplasia diseminada, un cáncer similar a la leucemia que padecen los humanos, mediante la transmisión de células cancerosas de individuos enfermos a individuos sanos.

Las especies afectadas son almejas Mya arenaria, del litoral atlántico norteamericano; mejillones Mytilus trossulus del noroeste de Estados Unidos y suroeste de Canadá; berberechos Cerastoderma edule (berberecho común) de varios países europeos, incluyendo Galicia, y almejas Polititapes aureus, tamibén de Galicia.

La investigación prueba por primera vez que el fenómeno de la transmisión de células cancerosas entre individuos es algo extendido en el medio marino. También demuestra por primera vez la transmisión natural de células cancerosas entre individuos de especies diferentes, en el caso de las almejas.

El cáncer en los moluscos se contagia cuando las células cancerosas salen del individuo enfermo al agua e individuos vecinos las capturan. Antonio Villalba ha destacado que "lo normal sería que el sistema inmunológico del receptor destruyera las células cancerosas pero éstas se reproducen, provocando la enfermedad en el individuo receptor".

Villalba ha explicado que en las cuatro especies investigadas estos cánceres "afectan a un porcentaje alto de individuos, causando mortalidad alta".

En los mejillones y en los berberechos los linajes de células cancerosas se originan en las propias especies respectivas pero, de forma inesperada, los investigadores han comprobado que las células cancerosas que proliferan en las almejas P. aureus derivan en todos los casos de otra especie de almeja, Venerupis corrugata, a pesar de que es "rarísima" la detección de cáncer en esta última especie e incluso no se ha diagnosticado ningún caso de cáncer en las almejas V. corrugata recogidas en el mismo banco marisquero en que un porcentaje alto de almejas P. aureus están afectadas por la neoplasia diseminada'.

"El cáncer de los moluscos bivalvos no se transmite a los consumidores, aunque nos comamos berberechos o almejas que padezcan esta enfermedad, ya que nuestro sistema inmunológico acaba con estas células cancerosas", ha aclarado.