La veda de la centolla ha terminado. Hoy comienza una nueva campaña de pesca que, a primera vista, parece que va a ser floja. Los motivos son los de siempre: la sobrepesca, la extracción furtiva del recurso y la progresiva esquilmación de los caladeros. Pero aún así, medio millar de barcos de la provincia pontevedresa están autorizados a "largar" sus "miños" -la red más empleada en la captura de tan preciado producto- para que mañana mismo la bien cotizada centolla gallega llegue a lonja, supermercados, pescaderías y mercados.

Esto implica también que muchos pescadores furtivos intentarán "colocar" en los cauces de distribución la mercancía que aún no pudieron despachar y que han obtenido de manera fraudulenta en las últimas semanas, la cual mantienen escondida en salabardos, jaulas y otros recipientes, dentro del agua.

Por eso no está de más prevenir a los consumidores, que deben saber que si para ahorrar adquieren centollo al margen de los cauces reglamentarios se arriesgan a que les vendan ese producto ya "enjaulado" previamente, y que por tanto no ha comido lo suficiente, de ahí que ofrezca una calidad y rendimiento inferiores.

Pero volviendo a la campaña lícita que hoy arranca en la provincia pontevedresa, cabe decir que la otra mitad de la flota empezará a trabajar en semanas venideras. En la provincia de A Coruña se autoriza la pesca del centollo a partir del día 16, mientras que en la de Lugo habrá que esperar hasta el 30.

Unos y otros tienen la mirada puesta en la campaña de Navidad, que es tradicionalmente "fuerte" en cuanto a ventas y precios, especialmente en lonjas como la de O Grove, la más importante en ingresos obtenidos por este recurso, considerado aquí el "rey de los mariscos".

Desde hace días la flota de enmalle tiene a punto sus "miños", que a partir de hoy se irán moviendo por diferentes zonas para tratar de encontrar los "bancos" más apropiados.

El mal tiempo juega a favor del sector, aunque relativamente. Con temporal la flota tiene más dificultades e incluso puede verse obligada a amarrar.