Desde las causas de desprendimiento del mejillón en batea, hasta la biodiversidad asociada al mejillón cultivado que compite por el espacio en las cuerdas de cultivo o los cambios en las condiciones físico-químicas y biológicas y su incidencia en el cultivo. Uno de los proyectos de investigación que lanza el CSIC en Galicia se centrará en los riesgos biológicos y ambientales en el cultivo del mejillón en el marco del cambio climático. Las pruebas del estudio se realizarán en las bateas de la ría de Arousa.

"La idea es aglutinar diferentes líneas de investigación para profundizar en la problemática del cultivo de mejillón actual y aportar nuevos análisis de datos históricos, que permitirán comprender en mayor medida los cambios ambientales y riesgos asociados para el cultivo de esta especie en Galicia", explica José Manuel Fernández Babarro, uno de los investigadores principales del proyecto del Instituto de Investigaciones Marinas (Vigo), junto a Xosé Antonio Padín Álvarez. Añade Fernández Babarro que al análisis de series históricas de datos físico-químicos y biológicos (fitoplancton tóxico y fauna asociada a las cuerdas de batea) "se sumarán ciclos de cultivo experimentales en el medio natural y su monitorización, así como diseños de experimentación en laboratorio para especificar la importancia de determinados factores de interés".

Uno de los retos del proyecto, con una inversión inicial de 130.000 euros, es constatar los cambios en el cultivo en batea en la última década: se analizará la temperatura del agua, el PH, la salinidad, los nutrientes... y requerirá análisis en laboratorio. El proyecto busca la "integración de las respuestas ecofisiológicas y metabólicas de los moluscos bivalvos en un escenario altamente heterogéneo desde el punto de vista físico-químico y de presión biológica", explica el CSIC, que añade que el estudio propone, además, "un análisis de los riesgos e impacto económico que para el cultivo de mejillón suponen las variaciones del medio físico-químico y la presión biológica de nuevos competidores en un marco de cambio climático que desencadena desequilibrios en la interacción entre especies".

Resultados en 2016

El desarrollo del proyecto está pensado para los próximos dos años y medio, hasta finales de 2016. Liderado por el Instituto de Investigaciones Marinas (IIM) del CSIC, participarán también en el estudio el Consello Regulador del Mejillón de Galicia, el Instituto Español de Oceanografía (IEO), el Intecmar, el Igafa, la Universidad de Santiago de Compostela, las universidades de Aveiro y Oporto e instituciones de Estados Unidos: la Universidad de Washington y el DFO (Department of Fisheries and Oceans) de Canadá.