La flota de Gran Sol de toda España, donde Galicia y Vigo son mayoritarias, se ha unido en sus protestas contra la pretensión de la Secretaría General de Pesca de aumentar de forma muy significativa este año la retención de cuotas que se viene aplicando a todas las especies sometidas a TAC (Total Admisible de Capturas), como fórmula cautelar para evitar problemas a fin de año, como cierres adelantados de alguna pesquería por posibles excesos de pesca.

Hasta ahora, la norma era aplicar una retención del 2% de la cuota, pero este año la pretensión de la administración pesquera española era aumentar esa reserva hasta el 10%, lo que encendió los ánimos del sector afectado, es decir, cerca un centenar de barcos -aunque poco más de ochenta en activo en toda España-, que consideraron excesivo ese índice y muy lesivo para sus intereses.

Así, toda la flota afectada -todas las asociaciones de armadores de Gran Sol del país, excepto la coruñesa Arpesco-, unida y representada en torno a la patronal pesquera española Cepesca, trasladó sus quejas a la administración por un plan que entiende perjudicial, por lo que reclama que la retención de cuotas se quede en el anterior 2% y se reparta ya el 98% restante entre los distintos barcos con posibilidades de pesca en esos caladeros comunitarios.

Ante tales quejas, según confirmó a este diario el secretario general de Cepesca, Javier Garat, la administración pesquera atenuó su propuesta y dejó la retención de cuota en el 5%, tal como figura en la propuesta de orden remitida al sector antes de Semana Santa y a la que la flota ya presentó alegaciones para oponerse a ese nuevo índice de reserva y reiterar su exigencia de dejarlo en el 2%.

Fuentes del sector consultadas entienden que "con los medios electrónicos de control de la actividad que existen en la actualidad, en las que se conocen las capturas de cada barco al día y se puede controlar perfectamente y en tiempo real cómo va el consumo de cuota, no tendría que haber ya retención alguna aunque aceptamos que pueda haber alguna cautelar, pero desde luego lo que es una barbaridad es que pretendan quedarse con un 5% para todos por los posibles desfases que puedan tener algunos". Es por ello que exigen de la administración pesquera que "deje la reserva como está y ejerza su labor de control de la pesca para que cada uno pesque lo que tiene autorizado y a quien se pase de capturas que le apliquen las sanciones que correspondan pero que no paguemos todos".

Otros aspectos perjudiciales que recuerda el sector de aumentar la reserva de cuota es el que afecta a armadores que "han hecho compra de derechos de pesca de otras empresas con importantes desembolsos y que ahora les retengan un 5% les causará un gran perjuicio". Además, aseguran, que el tener retenido un 5% de las cuotas les impide una planificación anual de su actividad en condiciones aceptables.