Tranquilos. Así salieron los profesionales del sector pesquero que trabajan en la lonja de Vigo de la reunión mantenida ayer por la tarde con la conselleira de Medio Rural e Mar, Rosa Quintana, sobre la posible limitación de la llamada segunda venta -el producto que llega mayoritaria ente por vía terrestre- en el pósito. "Vamos a seguir igual por el momento, aunque iremos poco a poco haciendo los cambios que sean necesarios", explicaba ayer, tras salir de la reunión, José Piñeiro, de la Asociación Provincial de Vendedores.

La reunión, que duró poco más de una hora, sirvió para que la Xunta tranquilizase a un sector inquieto con un posible veto en O Berbés tras el mensaje de las autoridades sanitarias autonómicas hicieron llegar la Autoridad Portuaria de Vigo, en el que indicaban que la primera venta -es decir, la subasta del pescado que llega directamente de los barcos a la lonja- debería estar separada físicamente del canal de comercialización de la segunda.

"Todo fue bien, dentro de lo que cabe. Ahora tenemos que volvernos a sentar y tratar el tema poco a poco para buscar una salida buena para ambas partes", indicó Piñeiro.

Desde la Consellería de Medio Rural e Mar, por su parte, hablaron ayer de "máxima disposición de colaboración por parte de la Xunta". "No existe el más mínimo interés en restringir las actividades que pueda desenvolver el puerto. Se mandó un mensaje de tranquilidad recordando que es imprescindible garantizar que se cumplen las condiciones que establece la reglamentación vigente en aras de la defensa del sector pesquero en todos sus ámbitos", concretaron desde la consellería.

Nuevas reuniones

Según apuntó Fernando Fernández Ibáñez, de la Federación de Usuarios del Puerto de Vigo (FUPV), ahora el objetivo es fijar nuevas reuniones a partir de la próxima semana. "Primero tenemos que ver con la Autoridad Portuaria como podemos diferenciar de la mejor manera posible la primera y la segunda venta en el mismo espacio. Luego proseguiremos con la Xunta para encontrar una solución que nos beneficie a todos", señaló.

"Si la ley así lo marca, buscaremos la forma de cumplirla", explicó Fernández Ibáñez. Luis Piñeiro, por su parte, subrayó que no les pusieron plazo para estos cambios y que "el palpito" es que se puede encontrar llegar a una solución.

Mejorar el sistema de etiquetado -como utilizar colores diferentes- o dividir el lugar para poder separar de mejor forma ambas actividades son algunas de las soluciones temporales que podrían tomar ahora los implicados hasta nuevo aviso.