La flota atunera del Índico, en la que faenan buen número de tripulantes gallegos, vive con cierta calma aunque "sin bajar la guardia" el acusado descenso de ataques piratas. Según fuentes sectoriales, las propias autoridades responsables del despliegue militar de la UE en esas aguas han advertido a la flota de la necesidad de mantener el nivel de vigilancia y protección en previsión de posibles cambios de estrategia u objetivos de asalto a los barcos que navegan por esas aguas. Así, la flota atunera no ha variado su nivel de protección, con vigilantes armados a bordo ni se plantea hacerlo porque "aunque haya bajado algo, el riesgo se mantiene".

En concreto, el número de secuestros piratas en el Indico descendió de forma notoria el pasado año 2013, al contabilizarse 7, frente a los 36 registrados en 2012 y los 176 contabilizados el año anterior, en gran parte gracias a la presión y "mayor efectividad y rapidez de respuesta" de las fuerzas internacionales desplegadas en la zona.