Unas 1.300 personas se dieron cita ayer por la mañana delante de la Xunta de Galicia para exigir un nuevo reparto de la cuota de xarda y jurel para la pesquería del Cantábrico. Armadores y marineros se reunieron en San Caetano en una manifestación en la que se pudieron ver bengalas y los carteles de "Se vende" que ayer estaban colgados en varios buques. La ruidosa comitiva finalizó lanzando pescado contra las instalaciones del Gobierno gallego en una nueva forma de protesta, mientras que algunos también tiraron petardos y piedras, llegando a romper alguna ventana.

Xabier Aboi, representante de la CIG-Mar, explicó que la protesta reivindica un reparto "justo para toda la flota, no en función de unos barcos trampeados y de no se sabe qué". "No se nos puede dejar a nosotros sin poder comer", indicó Aboi.

Entre los gritos que proferían los manifestantes, se podía oír alto y claro el de "conselleira dimisión", en alusión a la conselleira de Medio Rural e Mar, Rosa Quintana, que ayer por la tarde se encontraba en Vigo en un acto del Círculo de Empresarios de la ciudad.

Allí, Quintana indicó que "en lugar de amarrar y de hacer protestas en la calle", los cerqueros deberían "aportar los datos necesarios para poder defender la postura de Galicia".

"Creo que, con respeto a todas las formas de manifestación, se equivocan, dado que muchos de los que estaban allí protestando no sabían ni por qué lo estaban haciendo. Lo único que les pido es que trabajen en elaborar esos datos aportados por el Gobierno en los que ellos dicen que hay errores", sentenció la conselleira.

Los representantes de la flota del cerco informaron de que fletaron 18 autobuses para todos los asistentes y de que realizaron la convocatoria en tan solo unas horas el día anterior.

Por otro lado, entregaron en el Rexistro Xeral una solicitud de entrevista con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y han continuado su protesta para intentar ser recibidos durante la mañana, aunque sin éxito.