La flota gallega estaba en vilo el pasado martes por conocer la postura del Parlamento Europeo sobre la propuesta de Bruselas de prohibir el arrastre y enmalle en aguas profundas, que pondría en peligro la actividad de unas trescientas embarcaciones gallegas. Los eurodiputados se decantaron finalmente por tumbar la propuesta y esperar cuatro años para analizar estudios sobre los ecosistemas del fondo marino, una decisión que el sector gallego recibió con "alivio".

La Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi) considera "muy positiva" la decisión con "cordura" del Parlamento Europeo porque imprime "sentido común" al establecer la moratoria de cuatro años a la prohibición tras la realización de los estudios. "Prohibir el arrastre en zonas vulnerables donde se pueden arrancar corales ya es algo que se está haciendo", señala el gerente de Arvi, José Antonio Suárez-Llanos, para precisar que en la actualidad solo se puede pescar en el 10% de la plataforma continental.

La patronal pesquera española, Cepesca, también celebra la postura tomada por la Eurocámara, al considerar que el compromiso alcanzado para regular la pesca de especies de aguas profundas es "un buen punto de partida" para lograr una gestión más sostenible de estas especies y una mejor protección de los ecosistemas marinos vulnerables.

La noticia también sentó bien a las administraciones, que comparten la opinión del sector. "Aplaudimos que los eurodiputados fuesen sensibles al impacto social y económico que podía tener esta prohibición", señala la conselleira do Mar, Rosa Quintana, a través del departamento que dirige. La titular de la Consellería defiende una idea reiterada por el sector:"No hay artes buenas o malas, sino artes bien o mal empleadas", para destacar que la flota gallega "evita" los fondos de roca y coral porque "destruyen" sus aparejos.

El secretario general de Pesca, Carlos Domínguez, considera que la Eurocámara "aplicó el sentido común" en su votación, ya que la propuesta de Damanaki respondía a las peticiones de los grupos medioambientalistas "radicales" y no contaba con el "necesario aval científico" ni había valorado el impacto social y económico sobre el sector.

"Supone un alivio para el sector y un golpe para Damanaki, que después de lo que ha hecho debería tener dignidad, dejar su puesto y marcharse para Grecia", critica el secretario general de la asociación de armadores de arrastre Pescagalicia, Torcuato Teixeira.

"El sector gallego no está para guiños de la comisaria a los ecologistas sino para rentabilizar una pesquería a futuro", comenta, al considerar que son los propios pescadores los "principales interesados" en utilizar el arrastre en las mejores condiciones. Es por ello que la flota arrastrera de la comunidad defiende la propuesta de analizar los fondos marinos y, a partir de ahí, establecer las zonas en las que debería prohibirse el arte.