El episodio tóxico mantiene cerrada la práctica totalidad de las bateas de mejillón gallegas. Tanto es así que ayer se cerró el único polígono que quedaba abierto en Arousa y ya solo permanecen tres operativos en Galicia, concretamente los de Redondela (Vigo). Pero dentro de la gravedad de la situación, empeorada por un temporal que ha provocado el desprendimiento del molusco, hay motivos para el optimismo -al menos moderado-, una vez obtenidos los resultados de los análisis practicados en la plataforma continental.

No pueden hacerse predicciones a ciencia cierta, y mucho menos cuando se trata de un episodio tan natural e impredecible como éste, pero si las cosas siguen como hasta ahora las bateas de mejillón podrían empezar a reabrir pronto, aunque todo indica que será un proceso muy lento.

Como informó FARO ayer, el helicóptero Pesca I, con una bióloga del Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar) a bordo, tomó muestras el lunes a la altura de A Guarda, Oia y Baiona.

La aeronave de Gardacostas despegó desde Vilaxoán (Vilagarcía) para desplazarse hasta unas diez millas de la costa y muestrear mediante botella, en la superficie del mar, con el propósito de determinar con exactitud la cantidad de células tóxicas existentes en el exterior de las rías.

Hay que tener presente que el fitoplancton portador de biotoxinas es impulsado por los vientos y las corrientes hacia el interior, es decir, a las zonas de cultivo de mejillón, que ingiere esos nutrientes e inmediatamente se convierte en un producto vedado, hasta que las células bajen.

Evidentemente, cuanto menor sea la toxicidad en el Atlántico, llamando a las puertas de las Rías Baixas, mayores son las posibilidades de reabrir las bateas, de ahí la importancia de los análisis con las muestras tomadas desde el helicóptero.

La conclusión, una vez obtenidos los resultados, es que hay "descensos significativos" de dos de las especies causantes del episodio tóxico actual, lo cual "es una muy buena noticia" para el sector productor, ya que permite ver "la luz al final del túnel".