Carlos Domínguez: "El pacto de los descartes no hará que la flota de Gran Sol faene tres meses al año"

-¿Qué es lo que podemos concluir hasta la fecha de las negociaciones de la Política Pesquera? ¿Vamos bien, vamos mal?

-Nosotros, en general, hacemos una valoración positiva. Afrontamos esta negociación como una oportunidad y no como algo a lo que haya que resistirse. Dentro de la reforma y de las propuestas que hizo la Comisión y las negociadas en el Consejo, había cosas inaceptables y, en general, se han modificado. Había también cosas muy buenas y algunas de ellas han quedado rebajadas porque algunos Estados miembros no las aceptaban. Y después hay otros asuntos todavía en discusión. En general, creemos que después de esta reforma España va a estar mejor..

-¿Por qué?

-Por poner un ejemplo, en el caso de la obtención de la meta del Rendimiento Máximo Sostenible para los stocks, la Comisión había propuesto unos plazos muy cortos que, en algunas especies, supondría casi parar la pesca hasta que se recuperaran. El plazo de 2020 que está ahora mismo nos parece más realista.

-¿Y los descartes?

-La Comisión partía de una propuesta que era prohibir todos los descartes y desembarcar absolutamente todo. Ahora ya hemos pasado a otro esquema. En primer lugar, solo se aplica a las especies sometidas a TACs y cuotas, podemos descartar especies no comerciales como equinodermos que no tienen ninguna utilidad. Y, además, se reconoce en el acuerdo político que habrá que elevar los totales admisibles de capturas.

-¿Cómo beneficia esto a la flota española?

-Se van a tener que elevar los TACs porque deberán desembarcar lo que vaya capturando. Y esto es importante porque nosotros tenemos poca cuota. Y se nos da un tiempo más grande para adaptarnos a este sistema, y en las pesquerías demersales no se aplicará la obligación de descargar todas las especies hasta 2019.

-El sector no lo ha visto tan claro?

-Hemos logrado algo que, a mi juicio, no ha sido apreciado por el sector, y es la ruptura de la estabilidad relativa al obtener un 10% de flexibilidad entre especies. Esto significa que España podrá utilizar las cuotas que no se consumen, como la de gallo, para capturas incidentales de otras especies de las que España no tiene cuota a día de hoy? Bacalao, eglefino, merlán, carbonero, lenguado? Ahora vamos a poder pescarlas computándolas contra especies que nos sobren.

-O no sobren?

-En nuestra opinión, aunque haya que pagarlo con cuotas que tenemos, es una ruptura de la estabilidad relativa y supone un logro muy importante. .

-De todos modos la postura del Consejo confronta directamente con el Europarlamento y, de paso, con la Comisión. ¿Quién ganará al final?

-No lo sabemos, en eso consiste la negociación. Pero el primer paso es conseguir una posición ambiciosa del Consejo de Ministros. Si se hubiera aprobado en el Europarlamento la enmienda sobre descartes que propuso Carmen Fraga y que, desgraciadamente, contó con el voto en contra del grupo socialista español, hoy estaríamos hablando de una posición del Consejo y el Parlamento mucho más cercana.

-La flota gallega de Gran Sol asegura que solo podrán faenar tres meses al año con la directiva de los descartes.

-Eso de que se van a reducir los días de pesca no concuerda con el hecho de que podamos, por un lado, aumentar los TACs y cuotas y, por otro, capturar especies para las que no teníamos cuotas. Además van a tener una tolerancia del 9% inicial para los descartes. Este acuerdo no va a llevar a eso de faenar tres meses al año. Si lo que se está afirmando es que la práctica de especies de más valor para poder permanecer más días en el caladero es algo que se pueda defender, francamente tengo que decir que es algo que no hemos defendido desde este Ministerio o algo que nos hayan pedido.

-¿Está de acuerdo con el sector en que la señora Damanaki es demasiado ecologista?

-Probablemente la propuesta de la Política Pesquera Común se ha hecho más de acuerdo con los grupos medioambientales que con el sector pesquero.