-¿Imaginaba de jugador que habría un sector incluso más lucrativo que el fútbol de élite?

-No lo pensaba: lo sabía. Si ves la lista de los cien más ricos del mundo, no hay futbolistas.

-Los futbolistas que se meten a entrenadores, ¿no saben lo que se pierden?

-¿Y si los negocios me salen mal, qué? Esto es una apuesta.

-¿Se siente un mecenas?

-Sí. No sé. Supongo.

-¿Le tienta la política, se ve de alcalde?

-Hoy por hoy, no. Pero si no sale el barrio del Cura, igual sí. Significaría que los políticos no quieren lo mejor para Vigo.

-¿Qué le parece el rumbo del Celta desde que no está ?

-No sé cuál es. Deportivamente va bien. Bajó por casualidad, y por otros motivos que mucha gente desconoce. Yo también, es una incógnita. (Risas).

-¿Le gustaría presidir el Real Club Celta?

-No. Hoy por hoy, no.

-Ahora que es empresario y negocia contratos, ¿entiende mejor al Horacio Gómez que no le renovó?

-No. Y lo mejor de todo es que él tampoco lo entiende.

-¿Cometió una injusticia?

-Lo dice él. A mí personalmente me reconoció el error, y hay testigos.

-¿Con quién se siente más identificado: con Abramovich o con Peterman?

-Con ninguno. Abramovich es el hombre más rico de Rusia, casi de Europa, que tiene un juguete, y ojalá haya más como él. Para el fútbol sería bueno. Y el otro, no sé qué pinta en este mundo.

-¿Le gustaría ser el Abramovich del Celta?

-¿Tener tanto dinero como él? No me importaría. Comprar el Celta, ya no sé. Yo vengo del fútbol, y no necesito la adrenalina ni la fama, como él o Florentino Pérez.

-¿Está empadronado en Vigo?

-Por supuesto.

-¿Votaría en las municipales?

-Si me llega el pasaporte español a tiempo, sí.

-¿El urbanismo español sufre tanta corrupción como parece?

-¿Y en el periodismo, la hay?